Miércoles 24.04.2024
Actualizado hace 10min.

Crisis: en materia economía, Argentina tuvo un primer semestre para el olvido

Mariano Cáceres Colombo a nalizó la evolución de las principales variables económicas durante el primer semestre del año, y anticipa lo que se vendrá en lo que queda de 2022.

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El pasado jueves cerró el primer semestre del año con resultados muy negativos para los distintos activos financieros. En estos 6 meses pasó mucha agua debajo del puente, en donde lo más destacado fue la firma del nuevo acuerdo con el FMI durante el mes de marzo, y a partir del cual se esperaba un resultado muy distinto para el desempeño de bonos en dólares y acciones locales, pero como la única verdad es la realidad, en los números se dio un escenario muy distinto.

En cuanto al desempeño del Merval, principal índice de acciones de nuestro país, medido en dólares, para eludir el impacto de nuestra moneda tan volátil, su movimiento tuvo un caminar irregular durante los últimos 6 meses. En principio, a partir de la noticia de la firma del acuerdo con el Fondo, tanto analistas como inversores aventuraban un buen desempeño de las variables macroeconómicas con un eventual impacto positivo en el precio de las acciones.

Es por ello, que durante los primeros días de abril este indicador tocó su máximo del año con una suba acumulada de 18%, si consideramos el Merval medido en dólares, pero con el correr de los meses, las dificultades planteadas para cumplir con las metas establecidas con el FMI sumadas, las malas noticias en cuanto a variables locales sumados a un contexto muy negativo en el contexto internacional, este indicador terminó cerrando al cierre de este semestre un 16% abajo desde que arrancó el año.

Los activos sobre los que se esperaba una importante mejora, a partir de haber despejado los vencimientos de deuda con el organismo internacional, eran los bonos soberanos en dólares, pero con un impacto negativo aún peor que en el mundo de las acciones, la falta de confianza de los inversores se vio reflejada en una caída promedio de -30,34% en bonos ley internacional y -30,59% en bonos ley local. Este resultado deja una suba del riesgo país de 39% a mitad de año cerrando en 2.374 puntos, un nivel que no se observaba desde 2020, cuando estábamos en default técnico y el peor momento de la pandemia incluido.

En cuanto a lo que se refiere a inversiones en pesos, hasta finales de mayo los instrumentos preferidos por el público inversor fueron los bonos y letras que ajustan por inflación, los cuales hasta esa fecha presentaba grandes retornos con un dólar que se encontraba literalmente planchado, posibilitando la famosa estrategia de carry trade. Pero como todo en este semestre, nada fue color de rosas, con el correr de junio, ante rumores aún no esclarecidos de eventuales reperfilamientos de este tipo de deuda se produjo un importante sell-off de estos papeles con fuertes caídas sobre todo en vencimientos posteriores a 2023, que entraron a una relativa calma a partir del martes de esta semana con un buen resultado del Tesoro en una importante licitación.

Por último, la cotización del dólar financiero o dólar bolsa, termómetro de la temperatura de la economía argentina para muchos inversores y analistas, tuvo en recorrido muy dinámico tocando precios que superaban los $227 en a fines de enero, para recortar a menos de $190 con la noticia de la firma del acuerdo con el FMI, y terminar acelerando a $248 al cierre de junio. En el acumulando semestral el resultado fue de 25%, pero con la particularidad de que la suba del mes de junio fue de 19%, es decir, el dólar se puso al día en los últimos 30 días.

En conclusión, la primera mitad del año fue muy negativa para todos los activos locales en todos sus formatos, lo cual nos deja abierta la pregunta sobre cuál será el desempeño de los mismos para lo que queda del año, en un entorno donde será difícil para el gobierno cumplir las metas trimestrales con el FMI (reservas, déficit fiscal y emisión monetaria), con inflación proyectada para 2022 superior al 70% y un contexto internacional que se encuentra proyectando una recesión económica en 2023 para las principales economías del mundo.

(*) Mg. Mariano Cáceres Colombo – Chief investment officer (CIO) en Fórmula Asesores