Jueves 25.04.2024
Actualizado hace 10min.

Madres, abuelas e hijos una lucha sin fin: “A nosotros nos sacaron el tutor”, asegura la hija recuperada de una militante sanjuanina desaparecida por la Dictadura Militar

En junio se cumplen 42 años de que Argentina fue Campeón del Mundo. Durante este mes, Dame Noticias te cuenta sobre el evento del fútbol y el surgimiento de Madres de Plaza de Mayo. 

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Un 30 de abril de 1977, poco más de un año de la llegada del Militar Jorge Rafael Videla a la presidencia de Argentina, un grupo de mujeres decidieron reunirse en alrededor de la Plaza de Mayo. Todas querían saber dónde estaban sus hijos e hijas desaparecidos y nietos nacidos en la clandestinidad que no sabían de su paradero.

Libros y sitios webs sobre la historia del país relatan que al comienzo eran pocas las mujeres que todos los jueves se reunían en la plaza y marchaban alrededor de la Pirámide de Mayo. Sin embargo, las madres que con el paso de los días fueron identificadas como las Madres de Plaza de Mayo, sufrieron la violencia de la Policía Federal.

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Dame Noticias, habló con Victoria Benítez hija de Elvira Orfilia Benítez, (secuestrada en abril del ’77) para conocer sobre su historia y lucha familiar. “Las madres eran en su mayoría amas de casa que no tenían participación politica partidaria, ante la desaparición repentina de personas comenzaron a contactarse porque no entendían nada de lo que pasaba. En esas reuniones la pregunta era ‘¿quién te falta?’. No importaba a qué partido pertenecía su hijo”, recordó Victoria.

1 de junio de 1978. Un jueves comenzaba el Mundial en Argentina y coincidía con la marcha de las Madres. “¿Por qué no nos dicen dónde están?”, “Mi hija estaba embarazada de cinco meses cuando se la llevaron. Mi nieto tiene que haber nacido en agosto del año pasado”, “Dicen que tenemos un mundial en paz”, esos testimonios fueron reflejados en documental realizado por un medio de comunicación de Holanda, que asistió a la Plaza y entrevistó a las madres, según cuenta el sitio del Ministerio de Cultura de La Nación.

Mientras miles de personas asistían al Monumental para presenciar la ceremonia inaugural, ellas reclamaban a sus hijos e hijas desaparecidas por la fuerza militar. Aquel día el pueblo argentino vivió dos realidades en un mismo momento. Música, banderas celestes y blancas flameando y familias en las tribunas que aplaudían por la fiesta que presenciaban en el Estadio de River; y a la vez, en la Plaza la policía les pedía a las madres que circulen. Todo para desconcentrar la marcha. Esas imágenes fueron reflejadas por la televisión holandesa.

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Azucena Villaflor pedía que aparezca su hijo, en 1977 fue secuestrada y su cuerpo apareció el 20 de diciembre en las playas de Buenos Aires. Según explican en la web de Cultura de La Nación, fue enterrada como NN y recién en 2005 pudieron identificarla.

Victoria Benítez, contó que la policía y justicia tenían una convivencia con el régimen asesino, “las madres pidieron refugio en algunas iglesias que algunas ayudaron y otras no, por eso hablamos de una dictadura cívico militar eclesiástica, porque hubo monjas francesas que también desaparecieron”. Sobre las desapariciones de algunas madres y las religiosas, Victoria coincide con los sitios e historiadores que cuentan que las madres vivieron el atropello de la policía y la infiltración de Alfredo Astiz durante las rondas en Plaza de Mayo. “Astiz es un tipo repulsivo y Tati Almeida cuenta que se infiltro en una de las rondas diciendo que tenía una hermana desaparecida. Después desaparecieron las tres madres (Azucena Villaflor, Mari Ponce, Ester de Careaga) y las monjas francesas”, expresó Benítez.

El mundial de fútbol fue un triunfo para el fútbol argentino y documentales nacionales que circulan por internet relatan que hay opiniones opuestas sobre ese hecho. Para Victoria, aquel evento fue “para congraciar a la sociedad, mi papá era un preso político de la dictadura porque estaba en legales, y mientras se jugaba el mundial se los llevaron de las cárceles y a centros de detención y exterminio”.

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Victoria Benítez, estuvo a cargo de su tía y quien después se convirtió en su madre adoptiva legalmente. Victoria vivió en la clandestinidad junto a su madre cuando fue secuestrada, y pudo ser recuperada. “Nosotras vivíamos en Mendoza en clandestinidad, Aeronáutica de la Fuerza Militar se llevó a mí mamá y a mí me alcanzo a esconder en un vecino. Por eso Yo no soy una de las nietas desaparecidas o apropiadas por esta dictadura militar”, manifestó la militante de la Asociación H.I.J.O.S en San Juan.

¿Qué pasaba en San Juan con las Madres de Plaza de Mayo?

Al año siguiente de que, Jorge Rafael llegue al poder las Madres comenzaron a reunirse y realizar las rondas de los jueves a las 15 horas. No solo pasaba en Buenos Aires que era y es el foco de mayor concentración, sino también en otras ciudades donde la información circulaba con más velocidad. 

En San Juan las madres se contactaban para tratar de saber qué había pasado con sus hijos. Victoria Benítez sostuvo que su abuelo viajó a Córdoba para hablar con el sacerdote Primatesta y a pedir por favor por el paradero de su madre. 
Según relatan varios sitios periodísticos nacionales, Raúl Francisco Primatesta presidió durante cuatro mandatos la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), y se lo reconoce por ser una de las figuras de la iglesia que le dio la espalda a las Madres cuando fueron a pedirle ayuda para encontrar a los desaparecidos. 

Sobre la lucha de las Madres que aún continua y la militancia de hijos e hijas en San Juan, Victoria explicó que la Asociación Hijos es fruto de la lucha de madres y abuelas. “En aquel momento las madres pedían ayuda con los habeas corpus que eran rechazados. Las respuestas eran: ‘si están desaparecidos por algo será’. En San Juan decían que era como el terremoto, habían muertos, personas heridas y también desaparecidos. Todo estaba en total convivencia con el régimen dictatorial”.

Juicios por Delitos de Lesa Humanidad un alivio para la lucha de Madres e hijos

Con el retorno de la Democracia a Argentina comenzaron los juicios para tomar los testimonios y denuncias de los familiares de desaparecidos y víctimas de la Dictadura. En San Juan como en otras provincias aún continúan los juicios.

Victoria comenta que con la llegada de Néstor Kirchner empezaron a creer en la justicia, “cuando bajo los cuadros de los asesinos volvimos a pelear por la justicia legal. Los juicios y las sentencias son un hecho reparador en lo social que estarán en la historia, y Olivera fue un represor y tuvo condena por los delitos que cometió”, agregó Victoria.

Además, recordó que estuvo presente en el Megajuicio del ’77 donde condenaron a los asesinos de su madre. “Tuve la suerte de ir a Mendoza y declarar las persecuciones que viví a pesar de que era pequeña. Allí condenaron a perpetua a los asesinos de mi mamá, entre ellos al juez Petra Recabarren”.  

Victoria sostiene que los hijos e hijas de las víctimas comparten el silencio y ocultamiento social que había desde aquellos años con el régimen militar, “con el tiempo uno lo va como procesando como puede porque el Estado estaba ausente hasta que volvió la democracia. A nosotros nos sacaron el tutor como si le sacas la varilla tutora de un arbolito, estábamos como podíamos. Cuando era chica a mis vecinos no los dejaban juntarse conmigo porque era hija de una montonera y subversiva. Eso nos pasaba a todos los hijos”, finalizó Victoria.