La Selección Argentina de vóley quedó eliminada del Mundial que se disputa en Filipinas, tras perder por 3-0 frente a Italia en los octavos de final. En el Mall of Asia Arena de Pásay, el equipo de Marcelo Méndez no pudo con el poderío del vigente campeón del mundo, que se impuso con parciales de 25-23, 25-20 y 25-22. Luciano Vicentín fue el máximo anotador argentino, con 15 puntos. La derrota significó también el cierre de un ciclo histórico: luego del encuentro, Marcelo Méndez confirmó que fue su último partido como entrenador del seleccionado. Su gestión marcó una de las etapas más exitosas del vóley argentino, con la obtención de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (jugados en 2021). Un camino con momentos de ilusión Argentina llegó a octavos tras una sólida primera fase: venció a Finlandia (3-2) y Corea del Sur (3-1), y selló la clasificación en un duelo vibrante frente a Francia, al que derrotó en el tie-break con parciales de 28-26, 25-23, 21-25, 20-25 y 15-12. Esa victoria, que dejó fuera a los bicampeones olímpicos, generó gran expectativa de cara a la siguiente ronda. Sin embargo, en el cruce de eliminación directa, Italia volvió a mostrarse dominante, como ya lo había hecho en enfrentamientos previos por la VNL. Italia avanza con paso firme Con este triunfo, la Azzurra se metió en los cuartos de final del torneo, donde enfrentará al ganador del duelo entre Bélgica y Finlandia. El equipo europeo, que busca revalidar el título, accedió a la fase eliminatoria tras ganarle a Argelia y Ucrania y caer frente a Bélgica en la fase de grupos. El tercer puesto logrado en el Mundial de 1982, disputado en Argentina, sigue siendo el mejor resultado histórico del seleccionado nacional. En las últimas ediciones, los desempeños fueron irregulares: 8° lugar en Polonia-Eslovenia 2022 y 15° en Italia-Bulgaria 2018. Esta eliminación en octavos marca no solo el final del camino en el Mundial, sino también el cierre de una era con Méndez al mando. Un ciclo que deja huella, no solo por los resultados, sino por haber elevado el nivel competitivo del equipo y proyectar una nueva generación con aspiraciones renovadas.