En medio de las crecientes consultas en redes sociales sobre cómo afrontará el Gobierno los abultados vencimientos de deuda en dólares a corto plazo, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscó llevar tranquilidad. A través de su cuenta en X (ex Twitter), afirmó que el equipo económico trabaja desde hace meses en diversas “alternativas” y ratificó el compromiso oficial de cumplir con todas las obligaciones. Un usuario le preguntó directamente cómo enfrentará el Ejecutivo estos compromisos, considerando las restricciones para la compra de divisas y el nivel actual de reservas. Caputo respondió: “No nos agarra de sorpresa. Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas. Como siempre, solo anunciaremos algo cuando esté concretado. Pero demás está decirte que vamos a honrar todas las deudas, como lo hemos venido haciendo desde que asumimos, aún con muchos menos recursos que ahora”. La declaración generó reacciones en el ámbito financiero, donde consultoras y analistas evaluaron el mensaje como un intento de mantener la calma frente a un escenario desafiante. Escenario complejo y planificación oficial Según un informe de Max Capital, la respuesta de Caputo refleja una estrategia enfocada en contener la volatilidad sin anticipar anuncios. La firma también destacó que el Banco Central (BCRA) ha intervenido recientemente comprando dólares en el piso de la banda cambiaria, mientras que el Tesoro ha pausado sus operaciones en ese segmento, al menos a los valores actuales. El informe explicó que, en el techo de la banda, el BCRA actúa de manera inversa: vende dólares (compra pesos) para absorber liquidez y moderar el tipo de cambio. Advertencias sobre el financiamiento Por su parte, la consultora Empiria, que lidera el exministro de Economía Hernán Lacunza, advirtió sobre la limitada capacidad del Gobierno para acceder a financiamiento voluntario, en un contexto de riesgo país elevado y tensiones cambiarias. Señalan que la prioridad oficial está puesta en la reestructuración de pasivos y en conseguir apoyo de organismos multilaterales. En cuanto a las cifras, el informe remarca que en 2026 los vencimientos en dólares alcanzan los USD 18.000 millones, con un primer pico en enero, cuando el sector privado deberá afrontar pagos por USD 4.500 millones. A esto se suma una deuda en pesos estimada en $128 billones, lo que equivale al 11,2% del PBI. Empiria también proyecta que el financiamiento neto proveniente de organismos internacionales (como el FMI) será modesto, en torno al 0,3% del PBI. En cambio, la mayor parte de los recursos provendrán de deuda interna en pesos capitalizable, calculada en el 5,2% del PBI (alrededor de $57 billones). Además, advierte que los intereses de estos instrumentos no se contabilizan dentro del resultado fiscal oficial, lo que permite al Gobierno mostrar un superávit financiero sin requerir un ajuste primario adicional.