El Gobierno nacional presentó al Congreso el Presupuesto 2026, que incluye un incremento del 50,3% en las partidas destinadas a gastos de capital de la Administración Nacional, superando ampliamente la inflación proyectada del 10,1%. Sin embargo, este aumento no se traduce en un mayor peso relativo dentro de la economía, ya que el gasto total representaría apenas el 0,3% del Producto Bruto Interno (PBI), cifra inferior a la registrada para 2024. El componente principal de estos gastos son las transferencias de capital, que constituyen el 49,7% del total y registran un aumento del 81,4%. La inversión real directa crecería un 26,1%, mientras que la inversión financiera subiría un 41%, según el documento oficial. En términos absolutos, el presupuesto proyectado para el próximo año alcanzaría los $3,286 billones, lo que representa un 50,3% más que lo estimado para 2025. No obstante, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), cuestionó el anuncio y afirmó que “no hay ningún aumento real, es el mismo porcentaje del 0,4% del PBI, igual que este año”. Según cálculos de ASAP, con un PBI estimado en alrededor de $1,033 billones para 2026, el gasto de capital equivaldría al 0,32% del PBI, frente al 0,25% proyectado para 2025. Esto evidencia un retroceso en la proporción de inversión pública respecto al tamaño de la economía. Esta situación se enmarca en una tendencia negativa para el sector de la construcción, uno de los más afectados por las políticas de ajuste implementadas por el equipo económico. De acuerdo con datos del Indec, la actividad constructora se redujo un 20,77% entre noviembre de 2023 y julio de 2025. El impacto en el empleo también es considerable. El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) reportó una caída del 16% en la cantidad de puestos de trabajo desde el cambio de gobierno hasta junio, equivalente a la pérdida de 67.934 empleos. En agosto, el Índice Construya (que mide las ventas de materiales para la construcción al sector privado) registró una caída mensual desestacionalizada del 8,59% y una disminución interanual del 5,5%. Históricamente, la inversión pública ha sufrido un fuerte retroceso. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), en 2023 la inversión pública alcanzó los $2,09 billones, representando el 1,3% del PBI, mientras que en 2024 esa proporción cayó a apenas el 0,4%, lo que supone una reducción real del 75,1% en un año. Además, en provincias como Salta, parte de la obra pública se mantiene gracias a la transferencia de proyectos de construcción de viviendas desde la Nación hacia la administración provincial, reflejando una descentralización parcial de los recursos en un contexto de menor inversión nacional.