Un importante revés judicial afectó a una reconocida empresa de San Juan y benefició a un trabajador. Un Tribunal de Impugnación anuló la condena contra un chofer de camión que había sido denunciado por el empresario Martín Turcumán por un supuesto intento de robo de combustible. La pena de cuatro meses de prisión en suspenso dictada en mayo fue dejada sin efecto esta semana, transformándose en una absolución para el camionero. La denuncia original data del 31 de marzo de 2025, cuando Domingo Ángel Becerra conducía un camión cisterna cargado con combustible desde Caucete hacia Rivadavia. En un tramo de la avenida Costanera, en Chimbas, Becerra realizó una maniobra en “U” y estacionó el vehículo en contramano, lo que generó sospechas. En el lugar también se encontraba su yerno. Fue entonces cuando Martín Turcumán, apoderado de la empresa, y su primo Juan Pablo Cobos interpretaron que se trataba de un intento de hurto. A pesar de no haberse constatado faltantes de combustible ni manipulación de los precintos de seguridad, ambos presentaron una denuncia penal que llevó a la detención inmediata de Becerra bajo el Sistema de Flagrancia. El juez Carlos Lima consideró que la maniobra y ciertos elementos de la escena constituían un inicio de ejecución del delito y, el 29 de mayo de 2025, condenó al chofer a cuatro meses de prisión condicional, sentencia que también derivó en su despido. La defensa, representada por los abogados Joaquín Moine y Martín Codón, apeló la condena argumentando que las acciones atribuidas a Becerra eran meros actos no punibles y que la figura de tentativa de hurto había sido forzada. El juez Juan Carlos Caballero Vidal, integrante del Tribunal de Impugnación, revisó el caso y coincidió con la defensa. En su resolución del 16 de septiembre de 2025, anuló la condena y subrayó que el derecho penal debe aplicarse solo como última instancia, descartando su uso en hechos que, aunque reprochables laboralmente, no constituyen delito. Caballero Vidal fue categórico: no se probó ningún acto de desapoderamiento del combustible. Los precintos de seguridad estaban intactos, el cajón de descarga cerrado y la carga completa, por lo que no existió indicio material de hurto. Por ello, absolvió al chofer y cuestionó al juez de Flagrancia por las demoras y suspensiones durante el proceso. La disputa judicial continúa, ya que el fiscal y la querella pueden apelar este fallo. Mientras tanto, la absolución abre el camino para que Becerra reclame su reincorporación laboral o una indemnización por despido injustificado.