El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que fuerzas del Comando Sur llevaron a cabo un “segundo Ataque Cinético” contra una embarcación que, según afirmó, transportaba drogas desde Venezuela. La operación terminó con la muerte de tres presuntos narcoterroristas. Trump publicó el mensaje en sus redes sociales, acompañado de un video que muestra una explosión e incendio en la embarcación. En su comunicado, destacó que la acción se realizó en aguas internacionales y que ningún miembro de las Fuerzas Armadas estadounidenses resultó herido. La Casa Blanca y el Comando Sur presentaron la operación como un golpe directo a cárteles y “narcoterroristas” que, según el mandatario, representan una amenaza para la seguridad nacional, y que tenían como destino Estados Unidos. Sin embargo, en los materiales públicos no se ofrecieron pruebas independientes que confirmaran la presencia de drogas en la embarcación ni la identidad de los fallecidos. Este hecho se da en un contexto de creciente tensión en la región. Hace pocas semanas, Estados Unidos llevó a cabo un ataque similar en el Caribe que dejó varios muertos y suscitó críticas tanto nacionales como internacionales sobre la legalidad y el alcance del uso de la fuerza en estas operaciones antinarcóticos. Varios gobiernos regionales, incluyendo el de Venezuela, calificaron esas acciones como agresiones. Hasta el momento, las autoridades militares y diplomáticas no han publicado informes públicos con detalles forenses o de inteligencia que respalden las afirmaciones oficiales. Por su parte, medios internacionales señalaron que legisladores de ambos partidos en Estados Unidos expresaron preocupación por el uso de la fuerza en lo que algunos consideran tareas de policía transnacional. En la antesala del ataque, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió que Estados Unidos prepara una “agresión de carácter militar” contra su país y afirmó que su gobierno está facultado por las leyes internacionales para responder. En las últimas semanas, Washington desplegó ocho buques en aguas del Caribe sur como parte de un operativo antinarcóticos. Estados Unidos acusa a Maduro de tener vínculos con el narcotráfico y mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. “Hay una agresión en camino, de carácter militar, y Venezuela está facultada por las leyes internacionales para hacerle frente”, sostuvo Maduro, quien también afirmó que este despliegue naval destruyó los canales de diálogo con Washington. Durante una conferencia de prensa con medios internacionales, el mandatario señaló que “las comunicaciones con el gobierno de Estados Unidos están deshechas por sus amenazas y acciones”, aunque aclaró que no están completamente cortadas, ya que persiste “un hilo básico” de contacto con el embajador estadounidense John T. McNamara, con sede en Bogotá. Desde 2019, Venezuela y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas formales, aunque en los últimos meses retomaron contactos limitados para tratar temas como el canje de prisioneros y la deportación de migrantes venezolanos.