Una niña de seis años fue rescatada en condiciones extremas de abandono y aislamiento en la ciudad de Sorocaba, en el estado de São Paulo, Brasil. La menor había pasado toda su vida en cautiverio dentro de una vivienda ubicada en el barrio Jardim Santa Esmeralda, sin acceso a educación, atención médica ni contacto con el mundo exterior. El operativo fue llevado a cabo por la Policía tras una denuncia anónima que alertó sobre la situación. Al ingresar al domicilio, los agentes encontraron a la niña en un estado físico y emocional crítico: no sabía hablar, solo emitía gritos, no consumía alimentos sólidos y presentaba signos de una grave falta de higiene. Según los reportes oficiales, no había sido bañada ni se le había lavado el cabello en mucho tiempo. Además, nunca fue inscripta en una institución educativa, no tenía vacunas aplicadas ni registros médicos, y tampoco había interactuado con personas fuera del núcleo familiar. Los padres de la menor, una mujer de 45 años y un hombre de 54, fueron detenidos en el lugar y trasladados a la Delegación de Defensa de la Mujer (DDM). Ambos quedaron bajo prisión preventiva por 30 días, a disposición de la Justicia, mientras avanza la investigación. Según informaron las autoridades, la pareja no tiene otros hijos. La comisaria Renata Zanin, quien está al frente del caso, aseguró que la madre no demostró comprender la gravedad de la situación. “No tiene noción del daño que significa mantener a una niña sin escuela, sin salud, sin contacto con la sociedad y en completo encierro”, declaró en rueda de prensa. Tras el rescate, la niña fue puesta bajo custodia del Consejo Tutelar y trasladada al Conjunto Hospitalar de Sorocaba (CHS), donde se le realizarán estudios médicos para evaluar su desarrollo físico, cognitivo y emocional. También recibirá asistencia integral por parte de un equipo interdisciplinario. Como parte de la investigación, los celulares de los detenidos fueron secuestrados en busca de posibles pruebas que puedan aportar más detalles sobre el prolongado aislamiento al que fue sometida la menor. El caso generó una fuerte conmoción en la comunidad local y reavivó el debate sobre los mecanismos de protección a la infancia en Brasil, especialmente en contextos donde el aislamiento familiar puede ocultar situaciones graves de vulneración de derechos.