La noche de este jueves en el Monumental fue una verdadera fiesta para Lionel Messi y los más de 80.000 hinchas que colmaron el estadio para verlo vestir por última vez la camiseta de la Selección Argentina en el país. El capitán albiceleste brilló con dos goles en la victoria 3-0 ante Venezuela, que completó Lautaro Martínez, en una jornada cargada de emociones y fútbol de alto nivel. Desde el inicio, la “Vinotinto” intentó cortar el circuito de juego argentino con una defensa cerrada y presión en el mediocampo, pero a los tres minutos ya había llegado la primera ocasión clara: una jugada combinada entre Mastantuono, Almada y Julián Álvarez terminó con un remate del delantero del Manchester City que atajó el arquero venezolano. Argentina fue encontrando espacios con la conducción de Paredes y Almada, sumados a la picardía de Mastantuono. A los 39 minutos, Paredes recuperó en mitad de cancha y asistió con un pase de “tres dedos” a Julián Álvarez, quien dentro del área dejó a un defensor en el camino y sirvió el gol en bandeja para que Messi abriera el marcador con una definición precisa. El segundo tanto llegó poco después: otra genialidad de Paredes habilitó a Álvarez, que asistió nuevamente al “10”, quien con una sutil “vaselina” dejó sin chances al arquero rival y encendió el delirio en Núñez. En el complemento, Argentina fue amo y señor del partido. Nicolás González, recién ingresado, tuvo su oportunidad y luego envió un centro perfecto para que Lautaro Martínez, de palomita, ampliara la ventaja a los 19 minutos. La frutilla del postre llegó con una gran combinación entre Almada y Messi, que el capitán resolvió con clase para sellar el 3-0 definitivo. Los últimos minutos fueron puro festejo en la cancha y en las tribunas, con una hinchada que ovacionó de pie al máximo ídolo del fútbol argentino. Messi cerró así su ciclo de partidos de Eliminatorias en casa con una actuación brillante, dejando en claro, una vez más, que su legado en la Selección es eterno.