Durante varias semanas, José Vicente Delgado, un delincuente con antecedentes penales, se dedicó a cometer robos en viviendas y galpones, utilizando un método de "escruche" que le permitía llevarse objetos valiosos sin dejar muchas evidencias. Los robos ocurrieron principalmente en Pocito, incluyendo un taller metalúrgico, y entre los objetos sustraídos se encontraban amoladoras, máquinas de soldar, bombas de agua y clavadoras, que luego fueron vendidas en el mercado negro. El delincuente estuvo en libertad hasta que, en el último robo, las cámaras de seguridad captaron un automóvil Chevrolet Corsa verde, lo que permitió a la Policía rastrear el vehículo y seguir los movimientos del ladrón. Con esta pista, el equipo de la UFI de Delitos Contra la Propiedad, liderado por la fiscal Claudia Salica y la ayudante fiscal Ximena Rodríguez, logró la detención de Delgado. Luego de un acuerdo de juicio abreviado, el fiscal Cristian Gerarduzzi acordó que se le impusiera una pena de 4 meses de prisión efectiva, que ya está por cumplirse, ya que el delincuente había estado en prisión preventiva desde mayo. La jueza Flavia Allende ratificó la condena, por lo que Delgado deberá cumplir los 4 meses de prisión.