Un hombre que trabaja como yesero y chofer fue detenido el miércoles pasado e imputado por lesiones tras la brutal golpiza que, presuntamente, le propinó a su hijastro de 4 años en su casa en Rivadavia. Según el niño, su padrastro lo agredió porque se puso un par de zapatillas diferente al que le había indicado. El acusado es Jonathan Caballero, investigado por la ayudante fiscal Verónica Recio, de la UFI CAVIG, por el delito de lesiones leves. Un médico que examinó al niño certificó 25 días de reposo debido a las heridas que presentaba en el cuerpo. Caballero es pareja de la madre del niño y, aparentemente, mantiene una mala relación con el menor. La tarde del 4 de agosto, el hombre quedó a solas con el niño, ya que la madre se fue a trabajar. Según la fiscalía, fue en esas horas cuando el menor sufrió la agresión. La madre desconocía lo sucedido hasta que el niño le manifestó que le dolía el cuerpo y luego notó moretones y hematomas visibles en la cabeza y otras partes. Caballero intentó justificar las lesiones diciendo que el niño se había caído y que, sin querer, lo había golpeado con una zapatilla, según fuentes del caso. Sin embargo, el relato del niño fue distinto. Aseguró que Caballero le ordenó usar un par de zapatillas de un color específico, pero él eligió otro par. Esto habría provocado la ira del hombre, quien tomó una zapatilla y lo castigó violentamente, según la versión judicial. El informe médico confirmó que el menor no sufrió ninguna caída, sino que fue golpeado con un objeto. El juez de garantías Eugenio Maximiliano Barbera ordenó la apertura de la investigación penal preparatoria por un plazo de cinco meses contra Caballero por lesiones leves y dispuso su libertad, ya que el delito permite la excarcelación. Además, autorizó que se tome declaración al niño mediante Cámara Gesell, ya que su testimonio es fundamental para la causa.