Victoria Villarruel viajó a Chubut para participar del aniversario de Río Mayo junto al gobernador Ignacio Torres. Este acto marcó su regreso al interior tras el cierre de listas para las legislativas, en un contexto de máxima tensión con Javier Milei. La situación se agravó luego de que el Senado, presidido por Villarruel, se desmarcara del Ejecutivo al aprobar un nuevo aumento de dietas. Además, el escándalo por los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANADIS), le abrió un nuevo frente. Guillermo Francos, jefe de Gabinete y único funcionario que habló públicamente, afirmó que Villarruel fue quien acercó a Spagnuolo a las filas libertarias, lo que profundiza el distanciamiento entre la vicepresidenta y Milei. Villarruel sostiene que su vínculo con el presidente y su hermana es “estrictamente institucional”. El caso generó un cruce con Mayra Mendoza, aliada de Cristina Kirchner, cuando Villarruel le pidió respeto tras ser involucrada en el escándalo, a pesar de no estar mencionada en las grabaciones difundidas. Con su visita a Chubut, donde vivió parte de su infancia, Villarruel retomó su agenda federal con un fuerte componente personal. Ignacio Torres, gobernador local, anticipó que sería “bien recibida”. Torres forma parte del frente Provincias Unidas, integrado también por Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). El viaje se dio justo después de que se conociera la actualización automática de las dietas de los senadores, que desde noviembre superarán los $10,2 millones brutos mensuales, una suba aprobada en abril que desató críticas del Ejecutivo, con Milei calificándola de “vergüenza” y acusando al Senado de “escupirle en la cara a los argentinos”. No es la primera vez que Milei apunta contra Villarruel. En junio la acusó de “traidora” por permitir una sesión especial de la oposición donde se votó un paquete de leyes que incluía un aumento para jubilaciones mínimas y una moratoria previsional, y la acusó de intentar “habilitar una corrida” cambiaria. En paralelo a las tensiones con el Ejecutivo, Villarruel lleva meses fortaleciendo su vínculo con gobernadores y construyendo un perfil propio. Desde fines de junio visitó Chubut, Corrientes, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Rosario y Salta, buscando ampliar su base política más allá del sector libertario, del que quedó marginada tras el armado electoral liderado por Karina Milei y los Menem. En Rosario, el 20 de junio, participó del acto por el Día de la Bandera junto al gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin. Tres semanas después estuvo en Tucumán para la Independencia, acompañada por la senadora Beatriz Ávila, cercana al PRO, y luego viajó a Catamarca para el Festival del Poncho con el gobernador peronista Raúl Jalil. También visitó Santiago del Estero, donde se reunió con el gobernador Gerardo Zamora, y Corrientes, donde participó de un acto emblemático para la provincia. En el Senado, Villarruel articula con bloques dialoguistas que apoyaron proyectos de gobernadores para modificar la distribución de impuestos y fondos fiduciarios, votación que significó un revés para el Gobierno y que contribuyó a la tensión con Milei.