Sabado 23.08.2025
Actualizado hace 10min.

Caña con ruda: el antiguo ritual de este 1° de agosto que sigue vivo en todo el país

La tradición, que mezcla hierbas con licor y tiene raíces indígenas, promete protección contra males físicos y espirituales.  

COMPARTÍ ESTA NOTA

Cada 1° de agosto, miles de personas en Argentina cumplen con un ritual ancestral: tomar caña con ruda en ayunas para alejar enfermedades y malas energías. La costumbre, heredada de los pueblos originarios, sigue vigente y cobra fuerza cada año en distintas regiones del país.

La tradición marca que deben beberse tres sorbos al despertar, aunque algunos optan por siete sorbos o repiten el consumo durante varios días. Si bien el día señalado es el primero del mes, quienes se olviden pueden hacerlo hasta el 15 de agosto.

Originaria del norte argentino —especialmente de Misiones y Corrientes—, esta práctica se extendió con el tiempo a todo el territorio nacional. Según la creencia, el mes de agosto traía consigo frío intenso, lluvias y enfermedades, tanto en personas como en animales. La caña con ruda surgió como un remedio natural para enfrentar ese período difícil.

Un remedio que combina tradición y medicina natural

La ruda macho, reconocible por sus hojas grandes y su fuerte aroma, era usada por las comunidades originarias por sus propiedades medicinales: ayudaba contra los parásitos, aliviaba trastornos digestivos y se aplicaba para calmar picaduras de insectos o alimañas.

Originalmente, no se usaba caña tal como la conocemos hoy, sino licores naturales preparados con chañar, patay, tunas o algarroba, mezclados con hierbas como la contrayerba. Con la llegada de los colonizadores, la receta evolucionó hasta convertirse en lo que hoy se consume.

¿Cómo se prepara?

La preparación es sencilla pero requiere anticipación. Se coloca una ramita de ruda macho en una botella pequeña con caña (licor) y se deja reposar para que la planta impregne el sabor. ¿Cuánto tiempo? Hay distintas versiones: algunos lo hacen un mes antes, otros con 15 días, y hay quienes lo preparan apenas 72 horas antes.

Este ritual también coincide con el Día de la Pachamama, una celebración de agradecimiento a la Madre Tierra muy presente en diversas culturas andinas. En muchos hogares, el brindis con caña y ruda forma parte de ese homenaje, junto con ofrendas y ceremonias.