La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a pronunciarse públicamente con un mensaje grabado que fue transmitido durante la tradicional marcha de antorchas en homenaje a Eva Perón, realizada en el partido bonaerense de Moreno. Desde el escenario principal del acto, su discurso apuntó con dureza al presidente Javier Milei y al rumbo político y económico del país. Cristina acusó al mandatario de “gobernar para los ricos” y trazó un paralelismo con el modelo económico implementado durante la última dictadura militar. “Estamos atravesando un nuevo intento de destrucción de lo argentino y de subordinación de nuestros intereses nacionales, con una violencia nunca antes vista”, advirtió. También cuestionó la figura del embajador propuesto por Estados Unidos, Peter Lamelas, a quien señaló como un actor con influencia directa en la política interna. “Viene a vigilar gobernadores, frenar acuerdos con China y garantizar que yo reciba la justicia que merezco”, afirmó. Durante su intervención, la exmandataria también se refirió a su situación judicial, aludiendo a lo ocurrido durante la inauguración de la Exposición Rural, donde, según dijo, se celebró su condena. “Si algo me faltaba para saber que estoy del lado correcto de la historia y de la vida es oír cómo festejaban que esté presa”, expresó. Más adelante, denunció que la campaña del gobierno no se dirige desde el país. “No la hacen Milei ni Karina, la hacen desde Washington y el Fondo Monetario, a puro dólar”, sostuvo. En ese marco, advirtió que Estados Unidos también tiene en la mira a la industria farmacéutica local: “Vienen por los laboratorios. Así que más les vale bajar los precios, no sea que la gente termine aplaudiendo eso que quieren hacer”. En materia económica, apuntó contra el ministro de Economía, Luis Caputo, a quien acusó de no encontrar soluciones. “No le sale una”, afirmó, y mencionó cifras del Banco Central que reflejan una creciente dolarización entre los ahorristas: “Todos los meses, un millón de argentinos compran dólares para guardarlos en el colchón. Esto no termina bien”. Para cerrar, Cristina planteó una definición política: “O se gobierna para la grandeza de la patria y la felicidad del pueblo, o se hace un gobierno títere de las fuerzas del norte que gobierna solo para los ricos”.