La situación de los tres policías actualmente detenidos por su presunta participación en la golpiza a un detenido podría empeorar, ya que se maneja la posibilidad de que otros agentes también estén involucrados. Fuentes calificadas indicaron que al menos dos policías más estarían bajo investigación, y si se hallan pruebas suficientes, podrían ser imputados por el mismo delito, enfrentando penas de entre dos y seis años de prisión. La denuncia original involucra a tres agentes: el oficial Cristian Aciar y los agentes Gabriel Mariño y Alejandro González, quienes fueron acusados de “apremios ilegales” y "lesiones agravadas" durante su labor como funcionarios públicos. Si se confirma su participación, se enfrentarán a penas de prisión que pueden ir desde los dos hasta seis años. Además, se investiga a otros policías que pudieron haber sido testigos del hecho, sin haber tomado medidas ante la evidente lesión sufrida por el detenido. De confirmarse su omisión, podrían ser procesados por incumplimiento de los deberes de funcionario público, con penas de prisión de entre un mes y dos años, además de inhabilitación. El detenido en este incidente es Víctor Cristian Morales, un albañil de 36 años, quien fue arrestado la madrugada del 1 de julio en la Comisaría 6ta de Villa Krause, Rawson. Según las imágenes presentadas por el Ministerio Público Fiscal (MPF) y que fueron exhibidas ante el juez Mariano Carrera, se observa que Morales ingresa lúcido a la comisaría alrededor de las 4:40 a.m., pero es retirado casi desvanecido horas después, cerca de las 2:00 p.m. Los familiares de la víctima denuncian que fue brutalmente golpeado por la policía, lo que provocó que Morales fuera trasladado al hospital en estado crítico con fractura de cráneo y hemorragia interna, lo que requirió una operación urgente en la terapia intensiva del hospital Guillermo Rawson. Los tres policías actualmente en prisión preventiva habrían participado en la golpiza, en la que el agente Mariño aparece como el principal agresor, golpeando a Morales contra una pared, en una zona sin cámaras de seguridad. Los otros dos agentes (Aciar y González) fueron señalados como partícipes del hecho. Sin embargo, trascendió que al menos otros dos policías podrían estar implicados, ya que llegaron a la comisaría después de la golpiza, encontraron a Morales en mal estado y no actuaron para mejorar su situación de salud, incurriendo en omisión de socorro, un delito grave para funcionarios públicos. Uno de los puntos claves en la investigación es el tiempo que pasó entre el ingreso de Morales a la comisaría y su posterior traslado al hospital: más de 9 horas de agonía sin recibir atención médica adecuada. Además, tras el incidente, se liberaron a los detenidos, incluyendo a un amigo de la víctima, quien fue el encargado de alertar a la familia sobre lo sucedido. Los agentes involucrados en el caso justificaron el arresto de Morales por una contravención, debido a un altercado en la vía pública. Además, argumentaron que la víctima tenía antecedentes de autoagresión y que, durante el incidente del 1 de julio, se golpeó voluntariamente contra la pared y el piso.