Martes 16.09.2025
Actualizado hace 10min.

Carlos Pagni, “Milei llegó al poder por sus carencias”

En una entrevista con Lila Cosma, Carlos Pagni analiza el vínculo entre el poder político y la prensa, el fenómeno Milei y los desafíos del periodismo en la Argentina actual.

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Carlos Pagni fue entrevistado este domingo 20 de julio en el programa de Lila Cosma y, fiel a su estilo, desplegó un análisis profundo de la política, el ejercicio periodístico y el escenario social argentino. Durante la conversación, abordó la relación entre el poder y la prensa, la irrupción de Milei como fenómeno político y las amenazas que enfrentan hoy las instituciones democráticas.

¿Entendés que hay alguna intención del presidente de amenazar a la prensa o es una oportunidad para reforzar el rol social del periodismo?

“No es la primera vez que tengo un conflicto con alguien del poder. A lo largo de muchos años me ha pasado de tenerlos de distinta naturaleza y nunca me referí públicamente, porque creo que los periodistas somos figuras públicas y formamos parte del debate político. Desde otra perspectiva, sí, pero con una agenda propia que no es la de los políticos. Estamos expuestos, como cualquiera que participa del debate público.

Sin embargo, creo que existe un tipo de ejercicio del poder, que no nace con este gobierno, en el que se ha optado por la confrontación con la prensa como parte de una disputa con el orden público. Esa confrontación, consideran algunos que genera atracción social”.

¿Cuál es el rol del periodismo político en Argentina?

“Me cuesta hablar del ‘periodismo político’ como una categoría única. Existen modulaciones muy distintas según el medio y el formato. El periodismo gráfico tiene ciertas reglas; en cambio, el audiovisual está mucho más condicionado por el rating, lo que induce a buscar formas de entretenimiento que se alejan del mandato periodístico: racionalizar lo irracional y contribuir a la formación de opinión con elementos claros de juicio. Además, las redes sociales han modificado ese equilibrio: hoy los lectores corrigen, cuestionan y desafían a los periodistas en tiempo real, lo cual puede ser muy saludable para el oficio”.

—¿Creés que la prensa debe tener un rol particular en un contexto tan atomizado y donde cualquiera puede opinar sin límites éticos?

“Sí. El primer deber de la prensa es ser un vehículo para la constitución de la opinión pública. El segundo, fomentar el debate de ideas, mirar una misma realidad desde perspectivas diferentes. Esto está siendo amenazado por formas de comunicación que segmentan al público y lo encierran en sus creencias. Así, la prensa deja de ir contra la corriente y comienza a catalizarla, y eso tiene consecuencias graves: en vez de informar, reafirma lo que el público ya cree. Pasa acá y también en otros lugares, como en CNN, donde ya no hay diversidad, sino una agenda cerrada de opiniones”.

¿La degradación del vínculo entre poder político y prensa llegó a su punto máximo?

“Es difícil saberlo. Uno tiende a pensar que todo tiempo pasado fue mejor, pero no son comparables. En 1983, por ejemplo, había cuatro canales estatales y partidos políticos fuertes, algo que hoy no ocurre. Saber si estamos en el peor momento solo se podrá evaluar a futuro. No tenemos esa perspectiva ahora”.

¿Qué rol deben tener las instituciones en este contexto, especialmente cuando se ven escenas de tensión como las del Senado?

“Estamos gobernados por un economista que llegó sin partido, sin estructura, sin experiencia en política. Milei accedió al poder justamente por esas carencias, que en otro momento hubieran sido vistas como debilidades. La sociedad decidió apostar a lo desconocido. No debería sorprendernos que esa decisión genere síntomas de descontento y turbulencia institucional”.

¿Quién fue el presidente más importante desde 1983?

“Es difícil elegir uno solo. Raúl Alfonsín tuvo un rol histórico, sin dudas. Menem fue clave por su audaz inserción de Argentina en el capitalismo global, aunque con fuertes límites institucionalesLos Kirchner, gusten o no, transformaron el país profundamente. Su proyecto populista solo se encuentra en comparación con el Perón de los años 50. Todos esos procesos fueron importantes, aunque desde perspectivas muy distintas”.

¿Pensás que el modelo de Milei puede concluir en 2027 o 2031?

"Depende de dos cosas. Primero, de que se constituya una alternativa real. Hoy Javier es la única oferta política nítida, lo que le da una ventaja. Segundo, de si logra superar lo que yo llamo ‘la maldición de Menem y Macri’: procesos de estabilización económica que terminaron en recesiones y derrotas electorales. Hay que tener cuidado con el problema del empleo y con el trauma social que estos procesos de estabilización, tal como los conocimos en las experiencias anteriormente mencionadas de Menem y Macri. Creo que él está muy favorecido por ser el único liderazgo claro en la escena, lo cual le da un margen de error enorme. Pero enfrenta un desafío muy importante después de las elecciones: la gente le va a reconocer que bajó la inflación y eso es indudable, pero al día siguiente le van a pedir otra cosa, algo más relacionado con la agenda productiva".

"Dentro de su política económica hay una semilla recesiva que puede volverse en su contra.Si logra corregir eso, puede ser reelecto. Si no, el ciclo será breve".

¿Qué consejo le darías a un joven que quiere dedicarse al análisis político?

“Que piense antes de escribir. La urgencia es uno de los grandes enemigos del periodismo. Hay que analizar, entender y luego explicar, pero todo eso ocurre bajo presión. La solución es una formación sólida, con recursos propios para comprender lo que ocurre. La diferencia entre un texto pensado y otro escrito apurado es sideral. Hoy, con la inteligencia artificial, si no pensamos, nos volvemos reemplazables”.

¿Cómo es tu proceso de escritura antes de una columna?

“Hablo con mucha gente, mantengo fuentes confiables desde hace años. Luego me concentro en cómo organizar esa información, cómo conectar los temas. Eso facilita la producción de una columna clara y bien estructurada”.

¿La odisea argentina termina como en la literatura?

“¡Qué pregunta misteriosa! Pero por suerte no lo sabemos… Si lo supiéramos, sería muy aburrido!”, dijo entre risas.

—¿Qué es el éxito para vos?

“Piazzolla dijo una vez antes de un concierto: ‘Lo único que espero es que toquemos bien’. Para mí, el éxito es hacer las cosas bien, aunque no le gusten a todos. Es tener la íntima satisfacción de haberlo hecho bien”.