Rosario Central se impuso por la mínima ante Lanús en un duelo que marcó el regreso del público visitante al fútbol argentino. El único gol del encuentro lo convirtió Ángel Di María, de penal, a los 28 minutos del segundo tiempo, en una jugada que no estuvo exenta de polémica. La infracción que derivó en el penal fue cobrada tras una supuesta falta de Losada sobre Gaspar Duarte dentro del área. La decisión del árbitro desató el enojo del conjunto local, y en medio de las protestas, Carlos Izquierdoz vio la tarjeta roja, dejando a Lanús con un hombre menos en un tramo decisivo del encuentro. Pese a quedar con uno menos, Lanús no bajó los brazos y fue en busca del empate hasta el último segundo. A los 51 minutos, Rodrigo Castillo ejecutó un córner que reflejó la presión final del Granate, que no logró romper el cero en su marcador. El complemento estuvo cargado de intensidad y vio varias amonestaciones: Giovanni Cantizano (35'), Ronaldo Dejesús (47') y Carlos Quintana (47') fueron los jugadores que vieron la tarjeta amarilla en la recta final del encuentro. En un momento cargado de emoción, Ángel Di María dejó el campo de juego a los 45 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Tomás O'Connor. “Fideo” se retiró bajo una ovación generalizada de la hinchada de Central y el reconocimiento de todo el estadio, en un gesto que enmarcó el significado especial de su regreso al club. Ambos equipos realizaron variantes para refrescar las líneas: en Central, Franco Ibarra fue sustituido por Juan Giménez (45'), mientras que en Lanús, Dylan Aquino y Alexis Canelo ingresaron por Agustín Medina y Armando Méndez (39'). El encuentro, que significó el regreso de ambas parcialidades a las tribunas, fue vibrante de principio a fin y quedó marcado por el polémico penal convertido por Di María, una jugada que sin dudas seguirá generando debate.