Una derivación inesperada del caso por la muerte de Lucía Rubiño generó un impacto en la Justicia Federal. El juez Hugo Echegaray fue apartado de un juicio por delitos de lesa humanidad tras ser recusado por la defensa del represor Juan Francisco Del Torchio, debido a un posible conflicto de intereses relacionado con su actuación en la causa penal que investiga la muerte de la adolescente atropellada en Rivadavia. La recusación fue presentada por el abogado defensor Marcelo Fernández Valdez, quien argumentó que Echegaray actuó como querellante en la causa Rubiño y que tiene un interés directo en la imputación de su hijo, Juan Pablo Echegaray, por presunta participación en el hecho. El propio magistrado aceptó el planteo, reconociendo que esta situación podía afectar la garantía de imparcialidad en el juicio. Según publicó el diario Tiempo de San Juan, el tribunal aceptó la recusación al considerarla una causal objetiva y sobreviniente, basada en un proceso penal en curso en la justicia sanjuanina. El defensor sostuvo que su cliente temía un trato hostil o parcial durante el juicio oral, y que su percepción de justicia podría verse comprometida por la actuación del magistrado. Frente a esto, el juez federal Echegaray reconoció en su descargo que, dadas las circunstancias, era necesario aceptar la recusación para garantizar el debido proceso. El Tribunal Oral Federal solicitó a la Cámara de Casación Penal que designe a un magistrado subrogante. Fernández Valdez es el mismo abogado que impugnó el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray, señalado como responsable de la muerte de Lucía, ocurrida el 15 de octubre de 2023 en el Barrio Profesionales. La joven fue atropellada por un menor de edad, y según la querella, el hijo del juez conducía una camioneta que habría provocado la maniobra fatal.