Chelsea brindó una clase magistral de fútbol ante 81 mil espectadores, récord del torneo en el imponente MetLife Stadium. Con Cole Palmer en modo superestrella, autor de un doblete, y un gol más de João Junqueira de Jesus, sumado al sólido rendimiento de Enzo Fernández en el mediocampo, el equipo dirigido por Maresca arrasó con el Paris Saint-Germain y se coronó campeón de la primera edición del nuevo Mundial de Clubes de 32 equipos. Una actuación consagratoria ante el que hoy es considerado el mejor equipo del mundo. El partido arrancó con un Chelsea avasallante, imponiendo presión alta y dominio absoluto. Palmer tuvo la primera gran chance tras una brillante jugada colectiva que encendió la ilusión de los hinchas Blues, pero su remate se fue apenas desviado junto al palo derecho de Donnarumma. Sin embargo, el inglés tuvo revancha pocos minutos después con dos definiciones casi idénticas en la puerta del área: abrió el pie zurdo y definió cruzado, inatajables para el arquero italiano a pesar de sus estiradas. Así, firmó su doblete y celebró con su clásica efusividad. El golpe final antes del descanso lo dio João Pedro, el héroe de la semifinal ante Fluminense, con una definición de clase. Tras una asistencia precisa de un intratable Palmer, el brasileño la picó con mucha categoría para sentenciar el 3-0. Un primer tiempo perfecto para el equipo de Maresca, que dio la sorpresa total en el MetLife Stadium. El campeón de la Champions League y gran favorito por el fútbol mostrado durante el torneo se veía goleado por el conjunto inglés. En el segundo tiempo, PSG salió con todo en busca del descuento, pero chocó una y otra vez contra un Robert Sánchez colosal bajo los tres palos. El arquero se transformó en una muralla infranqueable, atajando con reflejos espectaculares, incluso ante un potente disparo rasante de Doué en el primer tiempo. Deesta manera, los londinenses, con Enzo Fernández como uno de los grandes motores del equipo, se consagraron como los nuevos campeones del Súper Mundial de Clubes de la FIFA.