El presidente Javier Milei confirmó este jueves por la tarde que vetará la ley de aumento para los jubilados, recientemente aprobada por el Senado. Desde la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, inició su discurso con duras críticas hacia legisladores y gobernadores, aunque sin mencionarlos directamente, calificando la sanción de la norma como un “acto de desesperación”. “Nada de esto nos sorprende. Estamos preparados y confiamos en el éxito. Lo que sucedió hoy, ya lo sabíamos desde ayer”, afirmó Milei en referencia a la votación en el Senado. Además, hizo una velada mención a “algún gesto del 25 de mayo” y a las críticas recibidas por su estilo, para luego sentenciar: “Ahora saben que tenía razón. Lo más importante que deben entender es que están desesperados. Esto es un acto de desesperación porque saben que en octubre la libertad arrasa”. En un mensaje enfático, el jefe de Estado no dejó dudas sobre su próximo paso: “A la luz de lo que pasó hoy, apuesto 100.000 a 1 que todos saben lo que voy a hacer. Vamos a vetar”, aseguró. Y agregó que, incluso si el veto fuera levantado, algo que descartó, no se quedarán de brazos cruzados: “Lo vamos a judicializar. Incluso en el peor de los casos, si la justicia actuara con celeridad y lo tratara rápidamente, el daño que podrían causar sería mínimo. Sería una mancha pasajera que, en diciembre, revertiremos si tuviera éxito. La política del superávit fiscal es permanente.” Más adelante, en un claro mensaje dirigido a los gobernadores, Milei profundizó en su visión sobre la gestión económica y la incertidumbre: “El problema con la incertidumbre es que no la pueden medir ni controlar. Está fuera del alcance de lo que puedan hacer ustedes”, explicó. Hizo una analogía para ilustrar su punto: “Cuando pueden medir el riesgo, saben qué medidas tomar para mitigarlo. Aunque les claven puñales por la espalda, si están preparados, probablemente un chaleco de seguridad evitará daños graves. Los puñales existen, pero la macroeconomía es ese chaleco de seguridad.”