Las pericias oficiales realizadas por la Guardia Civil de Zamora confirmaron que Diogo Jota, delantero del Liverpool, conducía el Lamborghini Huracán que protagonizó el accidente fatal en la autopista A-52, donde también perdió la vida su hermano, André Silva. El informe preliminar indica que el vehículo circulaba a una velocidad muy por encima del límite permitido de 120 km/h. Aunque especialistas señalaron que el tramo de la ruta no presenta un riesgo elevado, el exceso de velocidad fue determinante. Según la investigación, el siniestro se desencadenó tras el reventón de uno de los neumáticos traseros del deportivo, justo cuando Jota intentaba adelantar a otro vehículo. Esta falla habría hecho que perdiera el control, derivando en el violento choque. Las marcas dejadas en la calzada y la magnitud del impacto refuerzan la hipótesis de un exceso de velocidad considerable. No obstante, fuentes cercanas al caso aclararon que el informe pericial definitivo aún está en proceso de elaboración. El Lamborghini había sido alquilado por Diogo Jota días antes del accidente, en la ciudad de Barcelona, lo que despertó especulaciones sobre su nivel de familiaridad con un vehículo de tan alta potencia. Las autoridades descartaron fallas mecánicas previas, aunque organizaciones de seguridad vial pusieron en duda las condiciones del trazado. Javier López Delgado, referente de la Asociación de Auditores de Seguridad Vial (Asevi), advirtió que la ruta “presentaba numerosos errores”, aunque desde la Guardia Civil sostienen que el tramo no representa un riesgo elevado. El caso continúa bajo investigación judicial y se espera que el informe técnico definitivo sea elevado a las autoridades en los próximos días. Mientras tanto, el club Liverpool y miles de fanáticos del fútbol siguen rindiendo homenaje al delantero portugués, cuya trágica muerte conmocionó al mundo deportivo.