La tensión geopolítica alcanzó un nuevo punto crítico tras el sorpresivo bombardeo de tres instalaciones nucleares en Irán por parte de fuerzas estadounidenses. En una declaración televisada desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump confirmó la operación sobre Fordow, Natanz e Isfahán, y aseguró que las instalaciones fueron “completamente y totalmente destruidas”. La ofensiva, que incluyó el uso de bombarderos B-2 y misiles Tomahawk, fue calificada por el mandatario como una “espectacular operación militar”. Trump advirtió además que “Irán se enfrenta a una elección: paz o tragedia”, dejando en claro el tono desafiante con el que Estados Unidos encara este nuevo capítulo de confrontación. Como respuesta inmediata, el Departamento de Estado emitió una alerta de seguridad global para sus ciudadanos en el extranjero. El documento advierte sobre posibles represalias contra objetivos diplomáticos y civiles estadounidenses, recomendando evitar aglomeraciones, mantener un perfil bajo y seguir atentamente las indicaciones locales. La medida derivó rápidamente en acciones concretas: evacuaciones masivas desde Israel, Irán e Irak; aumento de vuelos de emergencia hacia Atenas, Roma y Chipre; y el retiro del personal no esencial en embajadas clave. Solo desde Israel, más de 7.900 ciudadanos estadounidenses solicitaron asistencia para abandonar el país, mientras que más de 1.000 lo hicieron desde Irán, pese a que Washington no mantiene representación diplomática directa allí. La alerta también advierte sobre posibles interrupciones en el tránsito aéreo y cierres temporarios del espacio aéreo en Medio Oriente. Asimismo, el sitio oficial de información de viajes del gobierno estadounidense fue actualizado con advertencias específicas para cada país, ante la posibilidad de nuevas escaladas o ataques indirectos en la región. Con miles de ciudadanos en tránsito, evacuaciones en marcha y niveles de alerta máxima, el gobierno estadounidense reiteró su llamado a la precaución. “Instamos a todos nuestros ciudadanos a evitar manifestaciones, mantenerse alejados de zonas sensibles y seguir las instrucciones de las autoridades locales y diplomáticas”, concluye el comunicado oficial del Departamento de Estado.