Jueves 12.06.2025
Actualizado hace 10min.

Se entregó el joven que huyó tras fatal choque en Pocito en donde hubo un fallecido

Ezequiel Garay, de 19 años, se presentó ante la Justicia luego de huir del lugar donde perdió la vida su amigo, Máximo Gabriel Tanten Martínez.

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Este lunes al mediodía, Ezequiel Garay, un joven de 19 años, se entregó de manera voluntaria ante la Justicia tras ser identificado como uno de los involucrados en un trágico accidente ocurrido el día anterior en Pocito. El siniestro, que cobró la vida de Máximo Gabriel Tanten Martínez, también de 19 años, ocurrió alrededor de las 16:25 en la intersección de la avenida Joaquín Uñac (ex Mendoza) y Calle 10. Garay se presentó en la sede de Tribunales para colaborar con la investigación, como lo confirmó el fiscal Iván Grassi.

El accidente fatal tuvo lugar cuando Tanten Martínez, quien circulaba en una moto Motomel 150cc sin dominio ni casco, impactó violentamente contra un Honda Fit. Según las primeras investigaciones, ambos jóvenes habrían estado participando en una picada ilegal en la que Garay también habría estado involucrado. La colisión fue letal para Tanten Martínez, quien falleció en el acto. Por su parte, Garay huyó del lugar tras el accidente, pero fue identificado gracias a las cámaras de videovigilancia y el trabajo de la Policía.

Garay, quien podría ser imputado por participación en carreras ilegales, decidió entregarse este lunes cerca de las 11:30 en la sede de la UFI Delitos Especiales. Este delito tiene penas previstas en el Código Penal. Además, el choque provocó que el Honda Fit fuera desplazado hacia otro carril, donde colisionó con un Volkswagen Polo. Afortunadamente, ninguno de los ocupantes de los vehículos necesitó atención médica.

Por otro lado, la conductora del Honda Fit, Natalia Erika Colquel (36), también quedó imputada. Las pericias iniciales sugieren que podría haber cruzado el semáforo en rojo, aunque esta hipótesis sigue siendo investigada.

Este accidente no solo dejó una víctima fatal, sino que también refleja la peligrosidad de las picadas ilegales, que siguen siendo un problema en las calles de San Juan, poniendo en riesgo la vida de quienes participan en ellas y de los transeúntes.