Este miércoles 4 de junio se realizaron los alegatos finales en el juicio por la violenta golpiza sufrida por el empresario bolichero Juan Manuel Salvalaggio. La fiscalía pidió siete años de prisión efectiva para los tres imputados: Carlos Daniel Ledesma, Mariano Ariel Rivero y Braian Emanuel Espinoza, identificados como barrabravas de Racing y acusados de haber cometido el ataque en el ingreso al edificio donde vive la víctima, en la ciudad de Santa Fe. El fiscal Alberto Martínez, junto a su ayudante, sostuvo que el hecho fue premeditado, cometido con alevosía y de manera coordinada, motivado por una promesa de pago. Los tres fueron acusados como coautores del delito de lesiones graves triplemente agravadas: por alevosía, ensañamiento, premeditación de dos o más personas, y promesa remunerativa. De acuerdo con la acusación, Mariano Rivero fue quien se contactó con Mario Giraudo, conocido como “Mario Bufet”, quien habría enviado fotografías de Juan Manuel Salvalaggio para facilitar su identificación. Luego, Rivero, junto a Carlos Ledesma y Braian Espinoza, se dirigieron al Edificio Santa Fe, donde sorprendieron a la víctima en la entrada y lo atacaron con extrema violencia. Dos testigos presenciales declararon haber visto el inicio de la golpiza, y señalaron que Espinoza actuaba como campana desde la puerta. El fiscal también sostuvo que hay evidencia de comunicaciones previas entre los agresores y Mariano Tomsig, quien actualmente está siendo investigado como presunto autor intelectual del ataque. Entre las pruebas, se incorporaron audios y registros de mensajes que, según la fiscalía, demuestran una coordinación clara para emboscar a Salvalaggio. Por su parte, el defensor César Jofré solicitó la absolución de Braian Espinoza y Carlos Ledesma, al sostener que fue Mariano Rivero el único que golpeó a Salvalaggio, y que lo hizo en defensa propia tras una discusión verbal. “Fue una piña bien puesta y nada más”, dijo Jofré, negando la existencia de un plan previo o la participación de terceros en el hecho. El abogado también minimizó la gravedad de las lesiones, al señalar que la víctima se recuperó en menos de un mes, sin secuelas permanentes ni fracturas. Además, cuestionó la caracterización de sus defendidos como sicarios: “¿Sicarios que van de ojotas y se quedan con un policía después del hecho?”, La defensa reconoció que Mariano Rivero fue quien agredió a la víctima, pero pidió que se lo condene únicamente por lesiones leves, con una pena de seis meses en suspenso. “No son barrabravas ni sicarios. Esto no fue premeditado”, reiteró el abogado César Jofré. Este viernes 6 de junio está previsto que los acusados brinden sus últimas palabras ante el tribunal. Se espera que Mariano Rivero exprese su arrepentimiento. La jueza María Gema Guerrero dará a conocer ese mismo día el veredicto, en una resolución que será clave para determinar si el caso se encuadra como una agresión espontánea o como un ataque premeditado con motivaciones económicas. El juicio ha generado un fuerte interés público, tanto por la violencia del hecho como por el presunto involucramiento de barrabravas organizados y las implicancias que podrían alcanzar al entorno del empresario agredido.