Una jornada de rutina en el Hospital Rawson se transformó en una escena de emergencia este lunes, cuando una amenaza de bomba forzó la evacuación de pacientes, médicos y personal. La principal sospechosa del hecho es Rosario Cortéz, una bioquímica en etapa de residencia, que se encontraba trabajando dentro del edificio al momento del incidente. La joven fue detenida dentro del hospital, luego de que una pericia técnica determinara que la llamada al 911 había sido realizada desde un teléfono fijo ubicado en el mismo centro de salud. Según las autoridades, la línea desde donde se efectuó la comunicación estaría registrada a nombre de la profesional, lo que generó sospechas inmediatas. Guillermo Ruíz Giordano, abogado y cuñado de la acusada, se presentó en el lugar para su defensa. En declaraciones breves a la prensa, sostuvo que Cortéz se encontraba en el laboratorio cumpliendo tareas cuando se hizo la llamada, y sugirió que alguien podría haber accedido de forma remota a su dispositivo o identidad. Desde la UFI Genérica, el fiscal Ignacio Achem confirmó que la investigación está en curso y que, por el momento, Cortéz sigue siendo la principal involucrada. Las pericias que se realicen sobre sus dispositivos electrónicos serán fundamentales para confirmar o desestimar su implicancia. La amenaza activó un operativo de evacuación que afectó las áreas de internación, consultorios externos y también al Hospital de Niños. Solo quedó personal médico esencial en el edificio, acompañado por la Policía de San Juan y la Brigada de Explosivos, que luego de más de dos horas de revisión descartó la presencia de explosivos. El hecho provocó gran conmoción en el sistema de salud provincial y movilizó importantes recursos de emergencia. La causa sigue abierta y no se descarta ninguna hipótesis.