Los gobiernos de San Juan, Mendoza y San Luis avanzaron en los últimos días con la implementación del convenio de colaboración interjurisdiccional en materia de seguridad, firmado en 2023. En ese marco, se confirmó que el actual Control San Carlos será desactivado para dar paso a un nuevo complejo más amplio, que se construirá en territorio mendocino. El proyecto es parte de una estrategia regional que busca optimizar el control en los límites interprovinciales, mediante la integración de bases de datos, sistemas de vigilancia y operativos conjuntos. Según se informó, las provincias asumirán la responsabilidad conjunta en la construcción de la infraestructura, capacitación del personal e integración tecnológica necesaria para su funcionamiento. Además, los gobiernos comprometieron recursos humanos, materiales y financieros, con la posibilidad de formar consorcios de cooperación, lo que permitirá sostener en el tiempo el proyecto y ampliar sus capacidades operativas. Objetivo: prevención del delito y respuesta coordinada Este nuevo modelo de control apunta a mejorar la prevención del delito en los ingresos interprovinciales, especialmente en lo que respecta a pedidos de captura de personas y vehículos. El plan contempla también la interconexión de cámaras de vigilancia ubicadas en las fronteras jurisdiccionales y el intercambio en tiempo real de información, facilitando una detección temprana de situaciones sospechosas o delictivas. Desde el Ministerio de Seguridad de San Juan destacaron que la iniciativa “evitará la duplicidad de controles” y permitirá una respuesta más rápida y coordinada frente a delitos que atraviesan límites provinciales, como el narcotráfico, el robo de vehículos o la trata de personas. Con este avance, las tres provincias buscan sentar las bases de un sistema de seguridad regional más moderno, eficiente y articulado, capaz de adaptarse a los nuevos desafíos en materia de control y prevención criminal.