Durante los trabajos de demolición en una propiedad de Avenida Congreso 3700, en el barrio porteño de Coghlan, fueron encontrados huesos humanos junto a relojes y otros objetos personales antiguos. La vivienda, que perteneció a reconocidos artistas como Gustavo Cerati, Hilda Lizarazu y la artista plástica Marina Olmi, fue puesta a la venta y su demolición inició esta semana. El hallazgo se produjo cuando un muro interior colapsó durante las tareas preparatorias para la construcción de un edificio. La Policía de la Ciudad y la fiscalía a cargo de Martín López Perrando intervinieron rápidamente, sellando el perímetro y recuperando los restos óseos junto a los objetos hallados. Antropólogos forenses ahora analizarán los huesos para determinar su antigüedad y causa de muerte, mientras la investigación avanza. Con más de 100 años de historia, la propiedad acumula vestigios de distintos usos a lo largo del tiempo. Vecinos recuerdan que en el terreno hubo una capilla y un establo en la época colonial. En el siglo XX, el inmueble funcionó como geriátrico antes de convertirse en vivienda particular. En el período artístico comprendido entre 2000 y 2003, Gustavo Cerati habitó la casa antes de su viaje a España. Posteriormente, fue residencia de Hilda Lizarazu y Marina Olmi, quien adquirió la propiedad hace aproximadamente 30 años. Marina Olmi, última dueña, contó a la prensa que había notado detalles extraños en el terreno: “Donde hice la pileta había una situación oscura. Una casilla de madera y cosas raras de los anteriores dueños”, declaró al periodista Julián Padilla. Las autoridades investigan si los restos podrían corresponder al período colonial o al tiempo en que funcionó como geriátrico, aunque no descartan que hayan quedado allí tras alguna remodelación previa. Por el momento, desde la fiscalía aclaran que “no hay indicios” que vinculen el hallazgo con la etapa en la que vivieron Cerati o Lizarazu.