Viernes 06.06.2025
Actualizado hace 10min.

¿Fin de la turbulencia cambiaria? El dólar da señales de estabilización en junio

Luego de cerrar mayo con una suba del 5%, el dólar inicia un mes clave. La política monetaria del BCRA, la desaceleración inflacionaria y la demanda de divisas serán factores determinantes para su evolución.  

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El mercado cambiario inicia junio con expectativas de calma tras un repunte del 5% en mayo. Analistas advierten que la sostenibilidad de esta estabilidad dependerá del equilibrio fiscal y la continuidad del proceso de desinflación.

Luego de cerrar mayo con una suba acumulada del 5% en el tipo de cambio oficial, el dólar arranca junio en un escenario de relativa tranquilidad. En un contexto económico aún condicionado por presiones inflacionarias, ajuste fiscal y restricciones monetarias, los analistas observan una posible fase de estabilización, aunque advierten que los riesgos no han desaparecido.

Especialistas del sector financiero sostienen que el tipo de cambio está transitando una etapa de calma dentro del esquema de flotación administrada que mantiene el Banco Central. Este equilibrio se apoya en la desaceleración inflacionaria, que reduce las expectativas de devaluaciones bruscas, y en una mayor oferta privada de divisas, alentada por oportunidades de arbitraje cuando el dólar se acerca a los límites superiores del rango informalmente tolerado por la autoridad monetaria.

Además, el menor ritmo de emisión y la sostenida política de tasas reales positivas contribuyen a anclar las expectativas cambiarias. Sin embargo, junio presenta desafíos estacionales (como la merma en la liquidación de divisas del agro) y políticos, con el debate legislativo de la Ley Bases y el paquete fiscal como ejes clave para el futuro del programa económico del Gobierno.

No obstante, esta aparente calma no implica la ausencia de riesgos. Factores externos, como la evolución de los precios internacionales de los commodities, o internos, como las presiones fiscales y el margen de maniobra político, podrían alterar el frágil equilibrio.

La sostenibilidad de esta estabilidad cambiaria dependerá en gran medida de la capacidad del Ejecutivo para consolidar el ajuste fiscal, sostener el ingreso de divisas y mantener el descenso de la inflación.

En este contexto, mientras el tipo de cambio mantenga un perfil contenido, las autoridades económicas ganan un margen valioso para avanzar en la consolidación del programa de reformas. Sin embargo, economistas coinciden en que esta estabilidad sigue siendo frágil y condicional, y que sin avances concretos en los frentes fiscal y monetario, el riesgo de una nueva fase de volatilidad no puede ser descartado.

La evolución de estas variables será clave en los próximos meses para determinar si esta etapa de calma representa el inicio de una tendencia más duradera o solo una pausa temporal en un escenario económico que sigue presentando desafíos complejos.