El caso de la muerte de Lucía Rubiño ha sumado una nueva polémica en las últimas horas. Jorge Rubiño, padre de la joven atropellada en el Barrio Profesional de Rivadavia, utilizó sus redes sociales para criticar al abogado Joaquín Moine, defensor de Juan Pablo Echegaray, quien ya fue sobreseído en la causa. Rubiño acusó al letrado de utilizar el trágico caso de su hija como ejemplo en una clase universitaria. "Justicia por Lucía. En tu clase hay alumnos que les dolió la muerte de mi hija. Como a mucha gente. No se juega con la muerte de alguien, tratá de explicar tus clases de otra manera, basura", escribió Rubiño en su cuenta de Facebook, junto con una serie de imágenes que denuncian públicamente la actitud de Moine, quien es también docente en la UNSJ. Según la denuncia, el abogado expuso a sus estudiantes a debatir sobre un cartel relacionado con las manifestaciones por justicia para Lucía, donde aparece escrachado. El episodio habría ocurrido durante una clase sobre "injuria y honor", en la que Moine presentó la imagen y preguntó a los alumnos: “¿Qué opinan de esto? ¿Quién me defiende de esto?”. Cuando no recibió respuestas, Moine seleccionó a tres estudiantes para que opinaran sobre el tema. Según el relato del entorno de Rubiño, algunos alumnos no conocían el cartel, pero sí sabían que Moine defendía a Echegaray, lo que generó incomodidad en la clase. “Expuso a estudiantes en formación a opinar sobre un hecho real, aún judicializado", expresaron. Además, agregaron que la docencia no debe usarse como tribuna para justificar intereses personales. La crítica también se centró en el papel ético del docente, destacando que el uso de un caso judicial no cerrado, con apelaciones en curso, como ejemplo académico puede poner en riesgo la objetividad educativa. Se señaló que este tipo de actitudes pueden interpretarse como una validación pública de una de las partes involucradas en el caso. Un aspecto adicional que generó incomodidad fue que la clase se dio a solo unas cuadras del lugar donde Lucía perdió la vida, lo que aumentó la tensión en el aula. Según algunos testigos, había personas en el curso que sabían que alguien cercano a Lucía podría estar presente, lo que hizo que muchos buscaran con la mirada y se sintieran incómodos.