El foco del mercado se mantiene esta semana en el anuncio oficial de una serie de medidas para estimular el uso de ahorros no declarados para impulsar la actividad. Las nuevas normas permiten a los ciudadanos utilizar sus ahorros -principalmente en dólares- sin tener que dar explicaciones del origen, en un intento de atraer divisas no declaradas al fisco. “Las medidas del Gobierno apuntan a facilitar las transacciones en dólares, flexibilizando principalmente ciertas restricciones y requerimientos de información”, dijo Roberto Geretto, analista de Adcap Grupo Financiero. “De ser exitosas, podrían lleva a una mayor bancarización, y prestamos mediante, el Banco Central seguiría acumulando reservas. La gran dificultad es cambiar la cultura argentina, donde el dólar es una moneda de ahorro y no de transacciones cotidianas”, agregó. “Las nuevas normas lucen razonables para reducir cargas administrativas inconducentes, pero se mezclaron sus anuncios con referencias a una eventual suspensión de la justificación patrimonial a efectos impositivos que no tendría fundamentos legales”, precisó un informe de Invecq Consultora Económica. “Podría darse un efecto informal ante mayores compras de consumidores finales en divisas, pero queda la pesada tarea de quitar los aspectos penales a las operaciones cambiarias, como ocurre en muchos países. La comunicación oficial podría dar lugar a malentendidos”., señaló. Cinco objetivos del Gobierno: 1. Engrosar los depósitos en dólares y las reservas “Como resultado de años de inseguridad jurídica e inestabilidad macroeconómica, el ahorro de los argentinos migró masivamente hacia el dólar y la informalidad. Estimaciones oficiales de INDEC indican que los argentinos tienen entre USD 213.000 millones y USD 246.000 millones fuera del sistema. Recuperar parte de este stock es un objetivo central para esta gestión”, explicó GMA Capital. En particular, la flexibilización del cepo cambiario del mes pasado había generado un aumento de los depósitos privados en dólares a USD 30.582 millones (+USD 1.635 millones). Así, cortaron la racha de merma desde la Etapa 1 del blanqueo de capitales -exclusivamente dinero en efectivo- que implicó una caída de USD 5.577 millones. ¿Cómo funciona la dinámica? “Antes la oferta de divisas era captada por el Central engrosando las reservas, mientras que ahora es el sector privado quien compra casi libremente divisas. Con este atesoramiento en ascenso, los depósitos en dólares avanzan. Profundizar esta secuencia sería uno de los objetivos tácitos de las medidas. La formalización de dólares que antes estaban fuera del sistema financiero implicaría una suba en los depósitos privados, en el nivel de encajes bancarios y, en consecuencia, sobre el stock de reservas”, señaló GMA Capital. 2. La remonetización en dólares La facilitación del uso del billete verde de manera transaccional implicaría más compras y ventas en moneda extranjera, y entonces mayor circulación. Esto favorecería aquel proceso de remonetización buscado por esta gestión y la transición hacia un esquema bimonetario. “El pasaje sería ampliar el nivel de transacciones en dicha divisa, incluso ir hacia un esquema en el cual se deje de pagar 100% en efectivo”, agregó el reporte. 3. El fomento al crédito Argentina actualmente se ubica como una de las regiones con menor crédito como porcentaje del PIB, en menos del 20%. Y es que el historial no ayuda. Desbalances cambiarios, inflación y sucesivos gobiernos con planteamientos completamente diferentes llevaron a que sea muy riesgoso tomar una posición a largo plazo como prestamista. 4. Un driver adicional para la actividad económica Además de la mejora de los salarios, la recuperación del crédito -y del historial crediticio- daría un espaldarazo al consumo. “Esto reforzaría el efecto positivo de la derogación de los regímenes de información que exigían que las entidades financieras reportaran sobre las compras de tarjetas de crédito y débito, compra y venta de vehículos usados y transferencias de propiedades. Esto traccionaría la actividad económica y podría sacar al país de un ciclo vicioso de estancamiento que lleva años”, evaluó el informe. 5. Aumentar la productividad de la economía Todos los efectos económicos a los que hicimos mención parecen formar parte de la búsqueda acelerar la recuperación sin generar cortocircuitos sobre la inflación y el tipo de cambio. Son variables vitales que esta gestión no quiere afectar de cara a octubre. Pero lo cierto es que también representa otro paso en la simplificación de la burocracia y del incentivo a incrementar la eficiencia. Basta con recordar que Argentina perdió un 23% de productividad total de los factores entre 2007 y 2024. Es decir, el mismo stock de capital y trabajo producen casi un cuarto de unidades reales menos que hace 17 años. Esto fue producto de la retracción de la inversión y de la falta de ahorro.