En un mensaje cargado de contenido simbólico de cara a un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, el arzobispo de San Juan de Cuyo, Monseñor Jorge Lozano, hizo un fuerte llamado a la Paz, la Justicia y la Verdad, retomando palabras del papa Francisco pronunciadas ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. Bajo el título "A buen entendedor, pocas palabras", Lozano instó tanto a la dirigencia como a la sociedad argentina a asumir una profunda autocrítica y renovar su compromiso con el bien común, en un contexto social atravesado por la crisis y la fragmentación. En su discurso del pasado 16 de mayo, el papa Francisco había subrayado que la Iglesia no busca privilegios, sino que responde a una “urgencia pastoral que la impulsa a intensificar su misión evangélica al servicio de la humanidad”. Al abordar el segundo eje, el arzobispo recordó que “procurar la paz exige practicar la justicia”, y que sin equidad no puede haber verdadera convivencia. “El despilfarro de riquezas y lujos suntuosos es un insulto humillante para quienes carecen de agua, alimentos, educación y salud… lo más elemental para que sea respetada la dignidad humana”, expresó. Finalmente, Lozano trazó un paralelismo con los días fundacionales de 1810, cuando los protagonistas de la Revolución de Mayo “dejaron la comodidad de sus casas para acudir al Cabildo abierto con la consigna ‘el pueblo quiere saber de qué se trata’”. “También hoy es necesario pasar de ser simplemente habitantes que ocupamos un lugar, a considerarnos ciudadanos comprometidos con el bien común de la sociedad”, sostuvo. Pidió que la mirada se dirija hacia quienes más sufren: “Es necesario poner la mirada en los que van cayendo en el camino. Sostener a los débiles hace que seamos fuertes en el amor. Una Nación grande es la que sabe cuidar a los pequeños”, expresó con firmeza. La reflexión concluyó con una oración simple y potente: “Pido a Dios nos ayude a construir una Patria de hermanos”.