Este domingo 25 de Mayo, todas las miradas estarán puestas no solo en el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana, sino también en la tensa relación entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel, quienes volverán a compartir un acto oficial tras semanas de marcada distancia institucional. Según lo establece el protocolo, el mandatario llegará caminando desde Casa Rosada al templo porteño alrededor de las 9 de la mañana, acompañado por miembros de su gabinete. Lo esperará un escenario cargado de simbolismo: por el significado patrio de la fecha y por la creciente expectativa en torno al reencuentro con su vice, en medio de un clima político interno cada vez más enrarecido. La última vez que Milei y Villarruel compartieron un acto oficial fue durante la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso, instancia que dejó en evidencia la tensión entre ambos y expuso un vínculo institucional visiblemente deteriorado. Desde entonces, el diálogo entre el presidente y su vice ha sido prácticamente inexistente. En declaraciones al programa Lo que queda del día (Radio Rivadavia), sostuvo: "Yo no me encargo de las cuestiones formales", y agregó: "Ella hace su trabajo, yo el mío. Acá lo que importa es que el trabajo salga. Qué tanta vuelta, ¿o usted es amigo de todas las personas con las que trabajó?" Con esa respuesta, el mandatario bajó las expectativas de un eventual gesto de distensión, pese a que ambos volverán a coincidir este domingo en el Tedeum del 25 de Mayo. Villarruel ya confirmó su presencia en el acto religioso, lo que añade tensión al encuentro. Otro punto de interés será el mensaje del arzobispo Jorge García Cuerva, quien en ocasiones anteriores ha tenido gestos simbólicos hacia la vicepresidenta, como en la misa en memoria del papa emérito Benedicto XVI. Su homilía de este domingo podría tener, una vez más, un tono con lectura política.