Una trágica escena fue descubierta este miércoles al mediodía por una empleada doméstica, quien al llegar a trabajar a un departamento de la calle Aguirre al 200, en el barrio porteño de Villa Crespo, encontró sin vida a cuatro integrantes de una misma familia. En el interior de la vivienda estaban los cuerpos de Bernardo Adrián Seltzer (53 años), su esposa Laura Fernanda Leguizamón (50) y los dos hijos del matrimonio, Ian e Ivo, de 15 y 12 años respectivamente. Según fuentes policiales, la causa se investiga como un crimen intrafamiliar, ya que la puerta estaba cerrada desde adentro y no se hallaron indicios de intervención de terceros. Los cuerpos, que presentaban heridas de arma blanca, fueron encontrados en distintos ambientes del departamento. En una de las habitaciones se encontró un cuchillo, y en la cocina, una carta que ya está en poder de la justicia. Seltzer había nacido el 6 de enero en Rivera, una localidad ubicada en el límite entre Buenos Aires y La Pampa. Provenía de una familia con raíces en el ámbito rural y se había destacado profesionalmente en el sector agrícola. Durante los años 2000, logró consolidar un importante patrimonio durante el auge de la soja, y solía expresar sus análisis sobre el mercado de granos en medios especializados. Laura Leguizamón era oriunda de Lanús, y compartía en redes sociales imágenes de momentos familiares y viajes. En enero pasado, la familia había vacacionado en Uruguay, celebrando el cumpleaños de Bernardo. En octubre de 2024, viajaron a República Dominicana para festejar los 50 años de Laura. También habían publicado fotos del egreso de Ivo de la escuela primaria ORT. Según fuentes judiciales, no existían denuncias previas ni antecedentes de violencia registrados contra la pareja en el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, ni tampoco condenas en el fuero penal porteño. La causa quedó a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 5, bajo la dirección del fiscal César Troncoso. “De las primeras pericias se descarta un hecho de inseguridad, ya que la empleada ingresó con sus llaves y la puerta no tenía signos de violencia”, informaron fuentes policiales. El caso se conoció tras un llamado al 911 alertando sobre un menor desvanecido en el departamento 6°A de la calle Aguirre, esquina Julián Álvarez. Al llegar, la policía se entrevistó con la empleada doméstica, quien trabaja allí lunes, miércoles y viernes, de 14 a 22. “Ella entró y encontró a uno de los hijos recostado sobre un charco de sangre cerca de la puerta de ingreso”, relataron las fuentes. Al inspeccionar la propiedad, los oficiales hallaron a los cuatro integrantes fallecidos en distintos sectores: la mujer en el baño, el hombre en una habitación, uno de los menores en el comedor y el otro en el pasillo. “El cuerpo del hombre fue hallado junto al cuchillo, en uno de los cuartos del departamento. Todos murieron por heridas de arma blanca”, confirmaron las fuentes de la investigación.