Luego de intensas gestiones ante autoridades nacionales, el Gobierno de San Juan logró destrabar un trámite que llevaba años detenido y obtener la Indicación Geográfica (IG) para uno de sus productos agroindustriales más emblemáticos: el Aceite de Oliva Virgen Extra. Este reconocimiento, ahora oficializado en el Boletín Oficial de la Nación, asocia directamente a la provincia con la calidad y la identidad de su producción olivícola, otorgándole un valor diferencial en los mercados nacionales e internacionales. La iniciativa para recuperar este trámite fue impulsada por el gobernador Marcelo Orrego y ejecutada a través del Ministerio de Producción, Trabajo e Innovación. El secretario de Agricultura, Ganadería y Agroindustria, Miguel Moreno, lideró las gestiones ante el Ministerio de Economía de la Nación, lo que permitió finalmente obtener el aval y la protección de este distintivo de calidad. “Esto le da a nuestro producto un valor agregado, muestra nuestra historia, nuestra cultura, y habla de esa identidad particular que tienen nuestros aceites de oliva virgen extra”, destacó Moreno. Además, subrayó que este sello permitirá competir con ventaja en mercados exigentes y posicionar a San Juan en cada botella que lo lleve impreso. La medida fue formalizada mediante el Expediente EX-2025-33477011- -APN-DNAYDR#MEC, y establece la aprobación del Protocolo de Producción del Aceite de Oliva Virgen Extra de San Juan, así como el reconocimiento, registro y protección legal de la Indicación Geográfica. Este certificado fue otorgado a la Cámara de Olivicultores de San Juan Asociación Civil, que agrupa a productores locales desde 1972. Además, se aprobaron los logos oficiales que deberán portar todos los productos amparados bajo esta IG. El uso de este signo distintivo será obligatorio, especialmente para productos destinados a la exportación, en línea con normativas nacionales que permiten acceder a beneficios fiscales y reintegros adicionales. También se estableció que cada 1 de febrero los productores deberán presentar una declaración jurada anual con la estimación de volumen comercializable, conforme a lo estipulado por la Ley Nº 25.380 y su modificatoria Nº 25.966. Este logro es celebrado ampliamente por el sector agroproductivo sanjuanino, que ve en esta certificación una herramienta concreta para reforzar el prestigio, la competitividad y el desarrollo sustentable de una de las economías regionales más representativas de la provincia.