El fotógrafo Pablo Grillo, herido durante una marcha de jubilados frente al Congreso con un cartucho de gas lacrimógeno, volvió a ser internado en terapia intensiva y deberá ser intervenido quirúrgicamente en las próximas horas debido a una complicación cerebral. La información fue confirmada por sus familiares a través de la cuenta de X (ex Twitter) @JusticiaXGrillo, desde donde vienen actualizando su estado de salud desde el trágico hecho que lo dejó en estado grave. “A seguir rezando, enviando todo el amor y las energías positivas para que Pablo continúe luchando”, expresaron este lunes. Los médicos del Hospital Ramos Mejía descubrieron un cuadro de hidrocefalia, producto del traumatismo craneal que sufrió Grillo. El diagnóstico se dio luego de que se lograran controlar las fístulas por las que el paciente perdía líquido cefalorraquídeo. Por esa razón, se tomó la decisión de intervenirlo quirúrgicamente de urgencia. El fotógrafo había mostrado una importante evolución en su estado de salud. Incluso, tras 55 días en terapia intensiva, había comenzado a caminar sin ayuda, a escribir algunas palabras, e incluso a disfrutar del sol en la terraza del hospital. Su recuperación había sido celebrada en redes sociales como un gran paso adelante. De hecho, los profesionales estimaban darle el alta médica el pasado 13 de mayo, para continuar su rehabilitación en el Centro de Rehabilitación Manuel Rocca. Sin embargo, el 12 de mayo su cuadro volvió a complicarse: comenzó nuevamente a perder líquido del cerebro, lo que obligó a una intervención inmediata. La familia y allegados de Grillo continúan pidiendo acompañamiento, justicia y visibilidad para el caso, que generó una profunda conmoción en el ámbito periodístico y entre los manifestantes que acompañaban ese día la protesta frente al Congreso.