Lunes 12.05.2025
Actualizado hace 10min.

“Voy a mover cielo y tierra”: la madre del policía condenado por el crimen del camionero rompió el silencio

Genoveva Garay, madre de Ricardo Rodríguez, salió en defensa de su hijo tras la condena a prisión perpetua por el asesinato de Federico Orihuela en Valle Fértil.

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Luego de que el policía Ricardo Rodríguez fuera condenado a prisión perpetua por el crimen del camionero Federico Orihuela, su madre, Genoveva Garay, decidió hablar públicamente. Lo hizo a través de un video de 18 minutos en su cuenta de Facebook, donde visiblemente conmovida afirmó: “Mi hijo disparó al camión, no al conductor”.

Entre lágrimas, Garay describió a Rodríguez como “un excelente policía y persona”, y aseguró que su hijo nunca actuó con la intención de matar. “La humildad que tiene ese niño no la he visto en otra parte. Mi hijo jamás fue a matar, lo dijo desde el primer día”, expresó.

El caso que conmocionó a Valle Fértil y a toda la provincia

El hecho ocurrió en febrero de 2024, durante el Safari Tras las Sierras en Valle Fértil. Orihuela, un camionero riojano, fue baleado por Rodríguez cuando se resistía al secuestro de su vehículo. La policía alegó que el camión tenía irregularidades en su documentación. Sin embargo, el tribunal consideró que el uso de la fuerza fue excesivo y sin justificación, y dictó una de las condenas más firmes en la historia judicial reciente de San Juan.

Según testigos, el disparo fue realizado con el arma reglamentaria y terminó impactando directamente en el pecho del conductor, quien falleció poco después.

“No fue con intención de matar”

En su descargo, la madre del uniformado justificó la actuación de su hijo señalando que Orihuela huyó de un control, pasó un semáforo en rojo y puso en peligro a los agentes. “Mi hijo sí disparó, pero lo hizo al camión para frenarlo. Si lo dejaba ir y atropellaba a alguien, también iba preso”, argumentó.

Buscarán revertir la condena

Garay también anunció que la familia apelará el fallo y hará todo lo posible para revertirlo. “Voy a mover cielo y tierra para liberar a mi hijo”, sostuvo con determinación.

La condena a Rodríguez fue interpretada por muchos sectores como un caso emblemático de gatillo fácil, y volvió a poner en debate el accionar policial y el uso de armas reglamentarias en situaciones de tensión.