Cada vez que llueve, la calle Mendoza, entre Mariano Moreno y Fray Mamerto Esquiú, en Capital, se convierte en un verdadero lago. Así lo denuncian los vecinos, quienes afirman que desde hace años enfrentan este problema cada vez que hay pronóstico de tormentas.   Las intensas precipitaciones provocan la acumulación de agua, el colapso de las cunetas y la dificultad para transitar. Los vehículos que pasan por la zona terminan salpicando las veredas, lo que agrava la situación para peatones y ciclistas.   Esta mañana, un camión debió intervenir para extraer el agua estancada y facilitar la circulación. Sin embargo, los vecinos aseguran que la imagen se repite en cada tormenta, convirtiéndose en un problema crónico que hasta el momento no ha sido solucionado.