Gabriela Irrazábal, una madre sanjuanina de 40 años, vivió un momento de extrema angustia junto a sus dos hijas menores mientras regresaban de hacer compras navideñas. La fuerte tormenta de granizo que azotó al Gran San Juan las sorprendió en plena calle, dejándolas con heridas que, aunque no graves, marcaron un episodio que describen como un "milagro". El dramático hecho ocurrió en la intersección de Pedro de Valdivia y Urquiza, en pleno casco urbano. Ante la caída de piedras de granizo del tamaño de proyectiles, Gabriela protegió con su cuerpo a las niñas, de 11 años y menos, intentando improvisar un refugio. "Las piedras caían con tanta fuerza que pensé que no lo contábamos", dijo la mujer. Los vecinos de la zona fueron clave para ayudarlas. Al ver la gravedad de la situación, las trasladaron a un sanatorio bajo la intensa tormenta. Gabriela ingresó a Terapia Intensiva por un golpe en la cabeza, mientras que las menores quedaron en observación. Afortunadamente, las tres recibieron el alta este martes. Sin embargo, Gabriela asegura que la experiencia fue aterradora y un recordatorio de lo peligroso que puede ser este fenómeno climático.