Miércoles 11.12.2024
Actualizado hace 10min.

Día de la Lealtad Peronista en la Argentina: ¿Por qué se conmemora cada 17 de octubre?

En esta fecha se conmemora una de las movilizaciones de trabajadores más importantes de la Argentina; cuál fue el rol de Perón en este suceso que marcó la historia del país

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El Día de la Lealtad Peronista se celebra cada año el 17 de octubre en la Argentina. Se trata de una jornada en la que los militantes del Partido Justicialista se reúnen para recordar los hechos históricos acontecidos un día como hoy, pero de 1945, y destacar las consignas principales de la agrupación política.

La fecha de la celebración partidaria conmemora la movilización masiva que se concentró en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para pedir por la liberación de Juan Domingo Perón, quien hasta pocos días antes había sido vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. En ese momento, el político se encontraba detenido en la Isla Martín García por las fuerzas del gobierno de facto de Edelmiro Farrell que él mismo había integrado.

 

¿Por qué se celebra el 17 de octubre el Día de la Lealtad Peronista?

Como secretario de Trabajo, Perón promovió mejoras para los obreros, como la obtención de vacaciones pagas, la institución del aguinaldo, la ampliación de convenios colectivos de trabajo y mejoras sectoriales como el estatuto del peón, que reglamentó el trabajo rural. Así logró visibilidad y gran cantidad de adeptos entre los trabajadores, lo que incomodó a algunos componentes de la Junta Militar, asociados al Círculo Militar y la guarnición de Campo de Mayo, que pidieron su renuncia y detención.

Juan Domingo Perón dejó sus cargos el 10 de octubre, fue detenido el día 13 “porque había motivos para temer por su vida”, como cuenta el historiador Félix Luna en su libro El 45, y fue llevado a la Isla Martín García. En aquel entonces, la creciente popularidad del dirigente y su influencia escandalizaban a figuras de la clase militar cercanas a Farrell, cuyo gobierno llevaba en estado de sitio desde el 25 de septiembre, cuando se había desbaratado un intento de golpe liderado por Arturo Rawson, y la presión para llamar a elecciones libres era insostenible. A esto se sumaba el ascenso de su compañera Eva Perón como dirigente popular, algo que muchos militares rechazaban.

La noticia de la detención de Perón hizo que trabajadores, sindicalistas y afines al exministro se organizaran en las principales columnas que caminaron a Plaza de Mayo para exigir la liberación del líder político. Además, reivindicaron las políticas sociales que llevó a adelante y se pusieron de manifiesto los derechos laborales que aún quedaban por conseguir.

Una multitud rodeó la Casa Rosada, donde los dirigentes de la Junta Militar observaban el panorama. Una conocida imagen de la movilización de aquel 17 de octubre muestra a miles de trabajadores concentrados en el centro porteño y a un puñado de ellos con los pantalones arremangados y sus pies dentro de la fuente de agua de Plaza de Mayo, refrescándose del calor en aquella jornada primaveral.

Finalmente, la insistente presión social surtió efecto: Farrell mandó a llamar a Perón y le pidió que hablara desde el balcón de la Casa de Gobierno para aplacar a la masa que pedía su libertad. Entonces, el hombre que sería presidente por tres mandatos brindó un discurso frente a una plaza repleta de trabajadores.

En sus palabras de aquel día, el dirigente del naciente Partido Justicialista dijo: “He renunciado voluntariamente al más insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación. Lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino. Dejo, pues, el sagrado y honroso uniforme que me entregó la patria para vestir la casaca del civil y mezclarme con esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza del país”.

De esta forma, comunicaba su decisión de dejar el gobierno y presentarse a elecciones. Menos de un año después, en los comicios del 26 de febrero de 1946, la fórmula Perón-Quijano se impuso con el 52,84 por ciento de los votos ante la Unión Democrática y su fórmula, compuesta por Jorge Tamborini y Eduardo Mosca. Así comenzó el primero de sus dos mandatos consecutivos.

El segundo período como presidente fue interrumpido por el golpe de Estado de la “Revolución Libertadora” en 1955. Por ese motivo, Perón tuvo que exiliarse de nuestro país. De todos modos, en 1973 fue reelecto por tercera vez y se mantuvo en la presidencia hasta su muerte en 1974.

Desde aquel momento, el 17 de octubre quedó ligado al movimiento justicialista y es la fecha que conmemora el episodio de convocatoria y el apoyo a la figura de Perón.