Jueves 14.11.2024
Actualizado hace 10min.

El enigma del “gusano auditivo”: por qué no podemos sacarnos una canción de la cabeza

Especialistas analizaron este fenómeno, que refleja procesos del cerebro asociados a las sentimientos y a los recuerdos. Además, un repaso por el experimento que planteó que la música de la adolescencia es la que mayor emoción genera en la adultez

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Más allá de ser una sucesión de sonidos, la música tiene una repercusión profunda en nuestras emociones y estados de ánimo. No por nada, hay canciones que logran instalarse en nuestra mente como si fueran una goma de mascar difícil de “despegar”.

Para estos casos se acuña el concepto de “gusano auditivo” o “earworm”. Estas melodías se “quedan atrapadas” en nuestro pensamiento y que tienen explicación científica.

“Se utilizan estos conceptos para explicar por qué hay ciertas canciones, músicas o melodías que se nos quedan pegadas. Justamente, al decir ‘se pegan’, estamos haciendo una referencia cognitiva a que quedan impregnadas en la memoria. Esto se relaciona con el proceso de formación de la memoria y con cómo lo que aprendemos o vivenciamos se va almacenando, dependiendo de las características del estímulo que percibimos”, introdujo Verónika Díaz Abrahan, doctora en neurociencias, licenciada en musicoterapia e investigadora asistente del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas de Conicet.

“Hay estímulos que pueden permanecer en la memoria por unos segundos o minutos, es decir, en una memoria de corto plazo, o quedarse impregnados por horas, días, semanas, meses o años en una memoria a largo plazo”, siguió la experta.

En el caso de la música, depende de la combinación de los parámetros sonoros y musicales, y cómo estos desencadenan diferentes niveles de atención y emocionalidad. Cuanto mayor es la atención y la estimulación emocional, más se consolidan esos estímulos, canciones o músicas en nuestra memoria”.

 

Por su parte, Claudio Crespino, musicoterapeuta docente y coordinador académico de la licenciatura en Musicoterapia de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), apuntó: “El gusano auditivo ocurre cuando una canción o melodía se repite en nuestra mente sin que lo podamos evitar. Hay varios mecanismos psicológicos que lo explican”.

Agregó: “Nuestra memoria episódica y condicionamiento evaluativo también juegan un papel importante. Si la canción nos recuerda algo de nuestro pasado o nos genera por asociación emociones específicas, es más probable que quede ’atrapada’ en nuestra cabeza. Finalmente, la expectativa musical hace que anticipemos ciertos patrones melódicos, y cuando no se cumplen del todo, seguimos intentando ‘completar’ esas partes, lo que refuerza la permanencia del gusano musical”.