Jueves 14.11.2024
Actualizado hace 10min.

Un penitenciario fue expulsado de la fuerza tras protagonizar un siniestro vial

El efectivo iba acompañado por otra agente cuando se estrellaron contra un guardarraíl en cercanías de la Morgue Judicial, en Rivadavia.

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Un efectivo penitenciario fue expulsado de la Policía de San Juan, luego de haber protagonizado un siniestro vial en el que posteriormente se descubrió que conducía su moto bajo los efectos del alcohol, no tenía la documentación del rodado y estando en esas condiciones iba a presentarse en el Servicio Penitenciario a cubrir su guardia. 

Según informaron fuentes policiales, el hecho ocurrió el pasado 19 de septiembre de 2020 por la tarde noche, cuando el sub ayudante de guardia Emanuel Muñoz se dirigía en moto a cubrir el turno nocturno en el Servicio Penitenciario Provincial.

El efectivo circulaba por Avenida Libertador y lo hacía en compañía de otra agente penitenciaria de apellido Vega. Al llegar a la zona de la Morgue Judicial, Muñoz perdió el control de la moto y se estrelló contra el guardarraíl, provocando que tanto él como su acompañante cayeran al asfalto y resultaran heridos.

Producto del impacto, personal policial y de Emergencias se hicieron presentes en el lugar para asistir a los accidentados y como prueba de rutina, le hicieron el test de alcoholemia al penitenciario, el cual arrojó positivo, con un porcentaje de 1,24 g/l de alcohol en sangre, es decir, casi tres veces más que lo permitido. 

Cuando le pidieron la documentación de la moto, el penitenciario afirmó que no tenía tarjeta verde, tenía el seguro vencido y no tenía el carnet. 

En su declaración posterior, Muñoz dijo que previo a presentarse a trabajar, había estado en el cumpleaños de su hermano, donde ingirió bebidas alcohólicas, especificando que había tomado dos cervezas. 

Las autoridades le retiraron el arma reglamentaria a Muñoz y tras recibir atención médica quedó demorado. Vega por su parte, presentó lesiones de consideración y tuvo que ser trasladada al Hospital Rawson. Posteriormente, se supo que sus lesiones la dejaron imposibilitada de seguir trabajando por 35 días aproximadamente.

Desde la fuerza evaluaron la conducta de Muñoz y determinaron que existió “negligencia y desprecio para con sus deberes de funcionario público” además de haber cometido una imprudencia dolosa habiendo tomado esa decisión de forma voluntaria a sabiendas que horas después debía ir a cumplir con su turno de guardia nocturna en el Penal, lo que requiere una máxima concentración para evitar posibles fugas o cualquier inconveniente dentro de las instalaciones.

También consideraron que su accionar “perjudica el prestigio de la institución” y provocó que su compañera quede imposibilitada de cumplir sus deberes al resultar herida.

Es por eso que este jueves, cuatro años después de lo ocurrido, la Policía de San Juan confirmó que Muñoz quedó cesanteado de la fuerza.