En medio de un escenario político cambiante en Argentina, Mauricio Macri emerge como figura relevante, aunque distante de las ideas económicas y políticas del kirchnerismo. Sorprendentemente, algunos sectores cercanos a Cristina Kirchner consideran su liderazgo dentro del Partido Justicialista (PJ), en respuesta a la amenaza de cooptación por parte de los seguidores de Javier Milei. A pesar de que Cristina Kirchner no ha mostrado previamente interés en liderar el PJ, el Instituto Patria y La Cámpora no descartan esta posibilidad, interpretándola como parte de un reajuste estratégico de la oposición. Este movimiento coincide con desafíos internos al liderazgo de la expresidenta, especialmente por parte de figuras como Axel Kicillof, quien ha respaldado su propia candidatura presidencial para 2027, marcando un cambio significativo en un espacio político acostumbrado al sigilo y hermetismo. En este contexto, la estrategia de Unión por la Patria (UP) se centra en derrotar al oficialismo mileísta y sus aliados en las elecciones legislativas del próximo año. Este objetivo ha generado críticas dentro del kirchnerismo y el massismo hacia figuras como Guillermo Moreno y Juan Grabois, a quienes consideran favorecedores de la polarización anti-peronista promovida por Milei. Por otro lado, Kicillof ha sido señalado por avanzar prematuramente como el principal opositor, lo que ha generado tensiones internas. En un intento por mantener la unidad y evitar divisiones anticipadas, el gobernador bonaerense ha instado a centrarse en la organización y la ampliación del partido, más que en la definición de candidaturas. En conclusión, la política argentina se encuentra en un momento de redefinición estratégica, donde las decisiones dentro del peronismo y el kirchnerismo podrían tener implicaciones significativas para el futuro político del país.