La acumulación de lluvias repentinas e incesantes causó inundaciones en el norte de Afganistán, puntualmente en la provincia de Baghlan, que provocaron la muerte de al menos 300 personas. Las trágicas lluvias generaron conmoción en los últimos días en la región de Afganistán, azotada por los temporales que dejaron resultados fatales. De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos (PMA), 311 personas perdieron la vida a causa de las tormentas en el norte del país. En esa línea, el Movimiento Fundamentalista Talibán se pronunció acerca de los acontecimientos que tuvieron principal incidencia en las provincias de Baghlan, Badajshán, Ghor y Herat, en el norte, centro y oeste del país de Medio Oriente. Al respecto, el viceministro de Información y principal portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, reclamó a las autoridades que tomen las medidas necesarias para afrontar la situación. "En este momento de tribulación, el Emirato Islámico de Afganistán expresa su inquebrantable solidaridad con las familias afligidas y los heridos y ordena a las autoridades pertinentes, incluido el Ministerio de Gestión de Desastres, el Ministerio del Interior y los funcionarios provinciales, que movilicen con celeridad todos los recursos disponibles para las operaciones de rescate, evacuación de los fallecidos y tratamiento médico de los heridos", expresó Muyahid. Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior fundamentalista, Abdul Mateen Qani, se refirió a las cifras oficiales que maneja el gobierno. "El número de víctimas es alto aunque, hasta ahora y en base a la información inicial, 153 personas han muerto y cientos han resultado heridas, aunque los muertos podrían aumentar", advirtió.