La CGT realizó una conferencia de prensa en medio del paro general convocado por casi todos los gremios, cuyo acatamiento se sintió fuerte en el transporte, pero no así en los comercios y en la calle, donde se vio actividad en medio de la convocatoria sindical. A pesar de esto, Héctor Daer, uno de los integrantes que conforma el triunvirato que conduce la central obrera, defendió la medida y le envió un mensaje al Gobierno por el rumbo económico: “Cuando nos dicen que es un paro político, efectivamente estamos discutiendo el rumbo de la Argentina, todas las acciones que vienen dañando el entramado social. La contundencia del paro que vimos hoy demuestra que el Gobierno debe tomar nota. Nosotros tomamos nota del acompañamiento, el Gobierno debe tomar nota y reconfigurar su política de ajuste, que nos está llevando a extremos. Lejos de ser sustentable, se está llevando a extremos a sectores de la ciudadanía que difícilmente se puedan recuperar si esto sigue”, alertó. Daer habló en conferencia de prensa en el edificio histórico de la CGT en calle Azopardo, en la Ciudad de Buenos Aires. Estuvo acompañado por Carlos Acuña, representante del gremio de trabajadores de Estaciones de Servicio, y Pablo Moyano, de Camioneros. Todos hicieron la misma interpretación al asegurar que la adhesión a la medida de fuerza fue contundente. “Lo que pretendemos es que se tome nota. Una medida de fuerza no tiene un fin en sí mismo, si no ser una apoyatura a un reclamo preciso y claro, que fue la agenda que nos llevó a tomar esta medida de fuerza”, agregó Daer. El dirigente, titular del gremio de trabajadores de la sanidad (ATSA) evitó responder los calificativos que llegaron desde los funcionarios de gobierno. “A las agresiones no contestamos. Creemos que tienen que ser educados. No vamos a contestar con agresiones a nadie, sólo les pedimos que tengan la precaución de ser educados, democráticos, civilizados, la CGT está dispuesta a conversar, no a través de insultos ni banalización de una medida tan importante como la de hoy”, insistió. Pablo Moyano adoptó la misma postura, aunque se lo vio haciendo un esfuerzo para no elevar el tono. “Les dolió, si hubiera sido un fracaso como dijo la ministra no tendrían necesidad de responder. Felicito a todos los que salieron a bancar el paro. Lo que nos digan estos personajes nos tienen sin cuidado”, señaló el titular de Camioneros. En la conferencia de prensa entro otros dirigentes presentes, tomó la palabra el titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, quien aseguró que el 90% de los docentes del país se adhirieron a la medida. Argumentó, además, que la respuesta se debió a que existen educadores con salario de indigencia en algunas provincias. La educación está atravesando por una situación que nunca vivimos. Hay provincias que están con un salario mínimo de 250 mil pesos, salarios de indigencia, y otros miles por debajo de la línea de la pobreza. Asimismo mostró expectativas en el diálogo con la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello. “Nos dijo que iba a recomponer el ámbito paritario, nos hizo bien, necesitamos recomponer ese ámbito. Más del 90% de los docentes en el país adhirieron a la medida de fuerza, eso demuestra el disconformidad que hay con la marcha del gobierno”, afirmó Romero. “Fuimos al paro porque el ajuste recayó sobre los jubilados, sobre los más vulnerables donde se cortaron los planes asistenciales, en los comedores no sólo se cortó la asistencia de alimentos, a los compañeros que llevaban adelante los comedores les sacaron el potenciar trabajo”, justificó Daer. “Se suspendieron 100 mil obras, dejando sin trabajo a miles de compañeros”, añadió. La Central Obrera realizó así el primer balance de la segunda huelga general contra el gobierno de Javier Milei. Los dirigentes insistieron en que la convocatoria realizada contó con un amplio acompañamiento del sector. Sobre el final, y cuidando el tono, insistieron en enviar un mensaje: “sin insultos, estamos dispuestos a conversar”, se dijo durante la exposición de los sindicalistas. El gobierno, en tanto, hizo foco en las pérdidas económicas que produjo la paralización de múltiples actividades - hablan de 500 millones de pesos - aunque las primeras reacciones oficiales buscaron hacer notar que en las principales ciudades del país se observó una actividad considerable, pese a la huelga.