Ante el cambio de gestión, el fiscal de Estado, Jorge Alvo, en julio dijo que no iba a renunciar y que el gobernador Marcelo Orrego iba a "encontrar en mí un aliado incondicional en la defensa de los intereses de la provincia". Sin embargo, en su entorno trascendió que el funcionario dará hoy un paso al costado por "motivos particulares". Con su salida, el mandatario provincial desplegará un plan para cubrir el cargo y poner un hombre de sus filas. En la continuidad de la sesión extraordinaria de mañana, propondrá al abogado Sebastián Dávila para que ocupe el puesto de Fiscal de Estado Adjunto (el número dos) y, así, reemplace a Gastón Orzanco. Para ello, necesitará el acuerdo del PJ y sus aliados en la Cámara de Diputados. Así, sucederá provisoriamente a Alvo, hasta que el Consejo de la Magistratura llame a un concurso para reemplazar formalmente al titular.  Fiscalía de Estado es un organismo clave, ya que se encarga de defender el patrimonio y los intereses de la provincia en, por ejemplo, los juicios de particulares contra la administración pública o en conflictos con otras provincias. La máxima autoridad sale de un concurso del Consejo de la Magistratura, el que conforma una terna entre los interesados y la eleva a la Legislatura para la designación final. Al igual que un juez, permanece en el cargo mientras dure su buena conducta y sólo es removido a través de un Jury de Enjuiciamiento, salvo que presente la renuncia.  En cambio, el procedimiento de reemplazo del fiscal de Estado Adjunto, en teoría, es más simple, dado que es propuesto por el Poder Ejecutivo y necesita la luz verde de la Cámara de Diputados. Previamente trascendió que Orrego encararía la renovación del número dos del organismo y que la persona elegida era Dávila. Se trata del abogado que participó de casi todas las reuniones de transición con los funcionarios uñaquistas en la mayoría de las áreas y que sonaba fuerte para la Secretaría de Seguridad, hasta que se confirmó su real destino. Es un joven de mucha confianza del gobernador, aunque también es cercano al vice Fabián Martín, indicaron las fuentes. Se ha desempeñado como asesor en el municipio de Santa Lucía y trascendió que ayer mismo ya tuvo un primer encuentro con Alvo. El plan de la gestión orreguista es presentar mañana en la Cámara su postulación como fiscal de Estado Adjunto, en lo que será una prueba de fuego en su relación con la oposición para conseguir la mayoría. Sucede que Juntos por el Cambio (JxC) se encuentra en minoría con 12 diputados, mientras que el PJ y sus aliados cuenta con 23 y el espacio libertario posee uno. Logrado el aval legislativo, reemplazará a Orzanco y se cree que asumirá el mismo viernes. Alvo presentará su renuncia hoy en la mañana, Dávila quedará a cargo del organismo. Luego, el Consejo de la Magistratura disparará el concurso para cubrir el lugar de Fiscal de Estado, en el que Dávila contará con chances para anotarse y competir por el ascenso, aunque se verá si aparece otra figura del espacio de Orrego. Jorge Alvo se va tras seis años y medio de gestión, luego de que fuera impulsado por la administración uñaquista. En ese tiempo, encabezó causas de pesos, en compañía de Orzanco, quien también asumió en 2017. Entre ellas, estuvieron las demandas contra la Nación por la deuda que se había generado en el Gobierno de Mauricio Macri contra la provincia, la causa por el retiro de la escombrera que había armado en suelo calingastino la minera chilena Los Pelambres, el avance en el cierre y el juicio por la megacausa de las expropiaciones y el último éxito con el fallo a favor de la Corte Suprema de Justicia en rechazarle un planteo a La Pampa para frenar la obra del dique El Tambolar. Trascendió que, en su escrito, Alvo le agradecerá a todo el equipo de Fiscalía.