Después de dos semanas de intrigas, empujones con el Pro y coqueteos con el peronismo disidente, Javier Milei decidió que un libertario “puro”, de apellido ilustre en el ideario de La Libertad Avanza, conduzca la Cámara de Diputados. El riojano Martín Menem es el elegido del presidente electo para hacerse cargo de uno de los lugares principales del Congreso, clave en las negociaciones con los otros partidos, en el impulso de la agenda legislativa del Ejecutivo, que está ubicado en la línea sucesoria del poder. El diputado electo es hijo de Eduardo Menem, senador nacional por más de 20 años, y sobrino de Carlos Saúl, que gobernó dos veces La Rioja y presidió la Nación durante 10 años. Sin embargo, decidió volcarse a la política hace sólo dos años, en 2021, de la mano de Milei, a quien había conocido por su actividad privada. Hasta entonces, si bien se recibió como abogado, se había dedicado exclusivamente al mundo empresario, como emprendedor en el rubro de la suplementación deportiva. A pesar de que su falta de experiencia política, estuvo cerca de ser candidato por el Pro -aunque eso nunca se concretó-, y mantiene buena relación con los amarillos que, más allá de sus ambiciones de poder en la Cámara, lo elogian en reserva. Milei, admirador de su tío, le tiene especial aprecio, y en su entorno venían advirtiendo desde hace días que lo veían con buenos ojos, aunque mantenían la cautela. Hoy se confirmó, después de que el resultado de las elecciones en su provincia le alcanzara para hacerse de una banca nacional, que a partir del 10 de diciembre tendrá bajo su mando la conducción de la Cámara.