Hace un año, Lionel Messi comenzaba a armar las valijas para viajar rumbo a Qatar junto a sus compañeros de la Selección Argentina. Iba envalentonado tras haber sido campeón de la Copa América y la Finalissima. Podía haber pasado cualquier cosa en el Mundial, pero pasó lo mejor y hoy el crack rosarino tiene la tercera estrella bordada al pecho. En una gran charla futbolera con Zinedine Zidane en Miami, Leo repasó su carrera y puso a la Copa del Mundo por delante de todo. Por eso no dudó tras la consulta sobre cuál de sus goles fue más importante: "Siempre es especial hacer goles, tanto en competiciones europeas como en un Mundial. Obviamente que en el Mundial es más especial por el contexto, por lo que significa...". Más allá del respeto y admiración que le tiene al exmediocampista y hoy DT francés, Messi se sinceró sobre su conquista en el Lusail: "Hacer un gol en la final del Mundial creo que es lo máximo". Y le tiró un centro a Zizou: "Los dos lo podemos decir, ja". Haber levantado el máximo trofeo en tierras qataríes fue una revancha para él y una Vieja Guardia que venía de varias finales perdidas. Su mente ganadora, sin embargo, no le permite borrar de su memoria ni tapar en su carrera la caída 1-0 con Alemania en Brasil. "No me arrepiento de nada en todo el camino y el recorrido que me tocó hacer. Tuve la suerte de tener muchas alegrías, también tristezas por no haber conseguido los objetivos, pero si se dio así fue porque tenía que ser así. Pero igual la espinita de la final del Mundial 2014, si bien la pude dibujar un poco con este Mundial, va a quedar ahí...", indicó sobre su cuenta pendiente.