El cura Walter Bustos, condenado por abuso sexual e investigado por segunda vez por la comisión de un delito contra la integridad sexual, recibió un revés de parte de la Justicia que le denegó la libertad y le extendió la prisión domiciliaria por 30 días más. Su defensora, Sandra Leveque, había solicitado el cese de la medida cautelar que lo mantiene detenido en su casa de Concepción. Sin embargo y frente a la oposición de la fiscalía, el juez de Garantías Diego Manuel Sanz dictó un mes más para la medida coercitiva. Un joven, que supo ser un fiel de la parroquia de Valle Fértil cuando Bustos era sacerdote en ese lugar, lo denunció en la Justicia y por ello quedó bajo la lupa nuevamente. Antes, el religioso había sido sometido a una investigación con la misma sospecha de abuso sexual y finalmente fue condenado. A pesar de que el juez de Cámara le dictó una pena de 1 año y 8 meses de prisión condicional, lo que quiere decir que el cumplimiento del castigo es en libertad, su defensa apeló la sentencia y se espera por un dictamen de la Cámara de Apelaciones, el que pueda rechazar y respaldar lo ya resuelto. Este revés para Bustos no es el primero, ya que a fines de junio de este año, su defensa también había insistido con la liberación y el fin de la domiciliaria. Sin embargo, en esa oportunidad el juez Sanz resolvió 2 meses más, los que se vencían en estos días. Previo a ello, la defensora había peleado por lo miso en el Tribunal de Impugnación y la respuesta también fue negativa, a instancias del juez Fernando Echegaray.