Este viernes, Luciano "Bombita" Castro compareció ante la jueza Verónica Chicón en relación con la amenaza de bomba dirigida al Centro Cívico y otros edificios públicos, la cual llevó a cabo el 23 de agosto por la mañana, utilizando una llamada al 911. Sin embargo, el punto focal de la audiencia lo proporcionó el representante del Ministerio Público Fiscal, Renato Roca. Se destacó una llamada al 911 que el acusado aparentemente realizó algunos días antes de efectuar la amenaza de bomba. En esta ocasión, alertó sobre un supuesto delito que estaba por ocurrir, aunque finalmente no tuvo lugar. En sus declaraciones, el fiscal detalló que la comunicación tuvo lugar el 11 de agosto, originada desde uno de los dispositivos móviles hallados en el domicilio de Castro. Durante la llamada, Castro informó que en un autobús de la línea Red Tulum se encontraba un individuo armado y proporcionó características precisas de su apariencia. El fiscal citó las palabras de Castro en la llamada: "Lleva un arma y planea asaltar el colectivo. Viste una chaqueta negra y pantalones grises". El fiscal también indicó que Castro habría mencionado que el individuo portaba un revólver "calibre 38" y que el colectivo en el que estaba viajando se dirigía hacia Santa Lucía. Supuestamente, en la llamada, Castro habría dicho: "Estoy denunciando al tipo". En respuesta a esta alerta, el personal del 911 envió un patrullero para intervenir el colectivo. Como predijo Roca, la alerta resultó ser falsa, pero quedó registrada y se pudo rastrear su origen hasta una de las tarjetas de celular que se confiscaron en la vivienda de Castro.