Quienes sean inquilinos y hayan firmado su contrato en agosto del 2022 pagarán el próximo mes un aumento del 109%, un nuevo incremento más por encima de la suba del 104% de julio. La Ley de Alquileres vigente establece que los contratos tengan un ajuste anual, que contemple la variación de la inflación que mide el INDEC y la de los salarios que establece el RIPTE. Para el caso de una persona que —a modo de ejemplo— en los últimos 12 meses pagó un alquiler de $50.000, a partir de agosto de 2023 comenzaría a pagar $104.500.